La reciente visita de la familia real a Valencia ha generado un gran revuelo debido a la inesperada reacción de la Reina Letizia cuando una comerciante de Catarroja le ofreció unos deliciosos pasteles. Esta escena, ocurrida el 22 de diciembre durante su tercera visita a las áreas afectadas por la Dana, ha captado la atención de medios y redes sociales por igual.

El diario Las Provincias reportó que la dueña de una tienda en el mercado municipal se acercó a la reina con dulces tradicionales y, ante la sorpresa de todos, Letizia respondió: "¿Cuánto es? Yo te lo pago". La comerciante, emocionada, compartió su experiencia destacando el reconocimiento que la familia real brindó a los comerciantes locales: "Nos dio mucha ilusión que vinieran a estar aquí".

Sin embargo, la reacción de Letizia ha suscitado diversos comentarios en redes sociales. Una usuaria en la plataforma X no dudó en expresar su indignación: "Mientras exista esta gente, que lo ha perdido absolutamente todo y ahora pierde también el culo para agasajar a unos tipos que nos llevan siglos saqueando, no habrá futuro y seguiremos siendo un país de mierda". Este mensaje ha resonado con muchos, dando lugar a un intenso debate sobre la empatía y el papel de la monarquía en tiempos de crisis.

Las opiniones son variadas; algunos defendieron la actitud de la reina, subrayando que tiene que rendir cuentas al erario público, mientras que otros recordaron a una conocida figura local, apodada 'la collares', quien parecía considerar que todo le era gratuito en situaciones similares.

Lo que está claro es que este encuentro ha abierto un nuevo frente de discusión sobre la relación entre la realeza y la realidad cotidiana de los ciudadanos españoles. ¿Es este un signo de desconexión de la monarquía con las clases más desfavorecidas, o se trata simplemente de una gestión de protocolo que ha salido mal? Lo cierto es que la conversación sigue siendo bastante candente, y no parece que vaya a disminuir en los próximos días.