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¡La NASA en peligro! Rusia podría arruinar los planes de destrucción de la ISS

2024-09-23

La NASA se encuentra en medio de un ambicioso y crucial plan para 2030, en el que se prevé la desorbitación controlada de la Estación Espacial Internacional (ISS). Este proyecto implica la conducción de la enorme estructura, que pesa más de 450 toneladas, hacia un reingreso seguro en una zona remota del océano. Sin embargo, el principal obstáculo que enfrenta la NASA no es la tecnología para llevar a cabo este plan, sino las complejidades geopolíticas relacionadas con Rusia.

Después de años de tensiones, parecía que la cooperación entre Rusia y Estados Unidos en la ISS estaba asegurada con la extensión formal del compromiso ruso hasta 2028. Sin embargo, este acuerdo es solo un calmante temporal que podría complicar aún más los planes de la NASA, que requieren la participación de Rusia hasta al menos 2030.

La dependencia entre ambas naciones es crítica: mientras que la sección estadounidense de la ISS produce la mayoría de la electricidad, Rusia es responsable de mantener la altitud de la estación y de manobrarla para evitar la colisión con desechos espaciales. Sin el apoyo ruso, el futuro de la ISS se vería amenazado.

Recientemente, la NASA eligió a SpaceX para desarrollar un vehículo espacial que será responsable de remolcar la ISS en su última misión, asegurando que se desintegre adecuadamente al regresar a la atmósfera, previsiblemente sobre el océano Pacífico. Este enfoque tiene como objetivo evitar cualquier eventualidad que pudiera resultar en peligro para áreas pobladas.

Además de los desafíos técnicos, la creciente tensión entre Rusia y Occidente, particularmente a raíz del conflicto en Ucrania, genera incertidumbres sobre la voluntad y capacidad de Rusia para mantener su papel en la ISS. Las amenazas de Putin hacia los países de la OTAN complican aún más la situación, sugiriendo que la colaboración podría estar en riesgo.

Ken Bowersox, administrador asociado de la NASA, ha indicado que ya se están evaluando planes alternativos en caso de que Rusia decida no extender su participación en la ISS más allá de 2028. Sin embargo, las implicaciones de operar la estación espacial sin el apoyo ruso podrían ser críticas, haciendo su funcionamiento inviable.

A medida que se acercan los plazos, la situación añade una capa de presión a la NASA y sus socios internacionales. Si la alianza con Rusia se rompe, será crucial determinar cómo proceder sin su colaboración, un dilema que la NASA no está preparada para resolver.

Mientras la comunidad internacional observa atentos los movimientos de Rusia, la posible decisión de dejar la ISS en el aire representa un punto de inflexión no solo para la NASA, sino para toda la exploración espacial futura.