Finanzas

La inteligencia artificial y su sed insaciable: Un correo de 100 palabras consume más agua de lo que imaginas

2024-09-20

La inteligencia artificial generativa (GenAI) ha revolucionado nuestra forma de interactuar con la tecnología, pero pocos son conscientes del costo ambiental que conlleva. Herramientas populares como ChatGPT, Midjourney y Suno AI han ganado millones de usuarios, quienes disfrutan de la creación instantánea de contenido a través de simples prompts. Sin embargo, detrás de esta 'magia' se esconde un proceso complejo que demanda una gran cantidad de datos, potentes modelos de lenguaje y, crucialmente, un enorme consumo de recursos.

Los responsables de estas aplicaciones utilizan potentes centros de datos que requieren dispositivos de alto rendimiento, como las unidades H100 de NVIDIA. Estos centros no solo son intensivos en energía, también necesitan agua en cantidades desconcertantes. De hecho, informes recientes revelan que el uso de agua en los centros de datos de Microsoft aumentó un 34% de 2021 a 2022, coincidiendo con el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2021, lo que indica una relación directa entre el crecimiento de la inteligencia artificial y el consumo de recursos.

Según un estudio de la Universidad de California, generar un correo electrónico de 100 palabras usando ChatGPT puede requerir hasta 519 mililitros de agua, es decir, ¡una botella de agua de medio litro! Este dato pone en perspectiva el impacto ambiental de cada pequeño uso que hacemos de la IA.

Las preocupaciones sobre el consumo exagerado de agua y energía en el sector tecnológico no son nuevas. Empresas como Microsoft están experimentando con soluciones innovadoras, como sumergir centros de datos en océanos para refrigerarlos. Al mismo tiempo, Meta y Google están explorando ubicaciones con escasez de agua para sus nuevos servidores, buscando así minimizar su huella ecológica.

En un mundo donde la tecnología avanza a velocidades vertiginosas, es vital que el desarrollo de la inteligencia artificial vaya acompañado de una responsabilidad ambiental. La expansión global de los centros de datos se proyecta a medida que las inversiones multimillonarias se dirigen a dominar este sector, lo que plantea un dilema: ¿podremos equilibrar el avance tecnológico y la sostenibilidad? El futuro de la inteligencia artificial podría depender de nuestra capacidad de encontrar soluciones a este creciente problema.