La ingeniera que iluminó AMD: Lisa Su transforma la compañía en un imperio tecnológico
2025-01-01
Autor: David
Lisa Su ha sido galardonada por la revista Time como la CEO del año 2024 gracias a su excepcional liderazgo en Advanced Micro Devices (AMD). Aunque esta elección puede parecer sorprendente, especialmente considerando el éxito rotundo de NVIDIA y su CEO, que resulta ser primo de Su, su triunfo representa algo más profundo que meros resultados financieros.
Cuando Lisa Su asumió el liderazgo de AMD en 2014, la empresa estaba en una situación crítica, con acciones que cotizaban a menos de 3 dólares y una cuota de mercado en el sector de centros de datos tan baja que apenas era significativa. La pregunta no era si AMD podría sobrevivir, sino cuánto tiempo le quedaba antes de caer en la irrelevancia. Sin embargo, diez años después, las acciones de AMD rondan los 130 dólares, y la compañía ha logrado superar en valoración a Intel, además de ser la fuerza impulsora detrás de los dos superordenadores más potentes del mundo. Esta es la década de Su.
Lo más fascinante de su éxito es el enfoque que ha adoptado. En un ámbito donde muchos líderes tecnológicos se obsesionan con su imagen pública, Su se destaca como una líder que realmente comprende los entresijos de la tecnología. Con un doctorado en ingeniería eléctrica del prestigioso MIT, Su no necesita intermediarios para comprender los problemas técnicos. Ella se involucra directamente, visitando laboratorios y liderando discusiones estratégicas que se centran en la ingeniería, no solo en el marketing.
Su capacidad para identificar oportunidades ha sido clave en su liderazgo. Mientras la industria clamaba por adentrarse en el mercado de smartphones, Su optó por reforzar lo que AMD sabía hacer mejor: desarrollar procesadores de alto rendimiento. Así, lanzó una nueva arquitectura llamada Zen, que revolucionó el sector. Esta estrategia de centrarse en la calidad del producto en lugar de buscar atención mediática ha dado frutos, especialmente en el mercado de centros de datos, donde AMD ha incrementado su cuota de mercado al 34%, mientras que Intel ha enfrentado constantes contratiempos.
No obstante, el camino hacia el éxito integral no ha sido fácil. En el ámbito de las GPUs, tanto para videojuegos como para inteligencia artificial (IA), AMD aún se encuentra muy por detrás de NVIDIA, que controla casi el 95% del mercado de IA. Este año, AMD proyecta ingresos de 5,000 millones de dólares en chips de IA, lo que se queda corto frente al dominio implacable de NVIDIA.
El inconveniente no solo radica en el hardware. NVIDIA ha desarrollado un ecosistema de software, como CUDA, que se ha convertido en la norma para el desarrollo de IA. La mayoría de los desarrolladores escriben su código optimizando para chips NVIDIA, y esta ventaja lleva años consolidándose, lo que complicará la tarea de AMD para competir a largo plazo.
Sin embargo, la estrategia de Su es astuta: en lugar de prometer cambios drásticos y revolucionarios, AMD está construyendo de manera metódica, comenzando por nichos como la inferencia de IA, donde la eficiencia energética puede ser más crucial que la pura potencia. Además, ha buscado alianzas estratégicas con gigantes como Meta, que buscan diversificar su dependencia de NVIDIA.
Aún queda mucho por hacer. La pregunta persiste: ¿podrá AMD algún día alcanzar a NVIDIA en el campo de la IA? A corto plazo, las probabilidades están en contra. Sin embargo, la historia puede no ser tan desalentadora a largo plazo. Lisa Su ha demostrado que las grandes transformaciones no necesitan de fuegos artificiales; se basan en visión técnica, determinación y paciencia.
Diez años tras asumir el liderazgo de una empresa casi en ruinas, Su ha mostrado que los verdaderos líderes tecnológicos no necesitan ser celebridades. A veces, todo lo que se requiere es una ingeniera excepcional con un plan claro y una dirección definida.