El FC Barcelona se enfrenta a los Clásicos con la misma determinación con la que el Real Madrid espera su oportunidad en la Champions League. Sin importar el estado de forma de los blaugrana, cada partido comienza desde cero. La llegada de Hansi Flick a la ciudad deportiva marcó un antes y un después, especialmente después de realizar una visita exprés a Manchester que lo preparó para el reto. Sin embargo, no todo fue sencillo, ya que se topó con problemas fuera del campo que amenazaban con interferir en su estrategia, especialmente en la previa de la Supercopa.

A medida que Flick y su equipo técnico trazaban un plan claro para el Barcelona, la situación en la planificación deportiva se tornaba incierta, y los problemas económicos aún pesaban sobre el proyecto. A pesar de esto, durante la gira, el Barça dejó ver signos de una mejoría prometedora. Con la llegada de enero y bajo la dirección de Joan Laporta, quien ha conseguido salvar otra crisis económica mediante las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, el equipo ha devuelto su enfoque al balón y al juego.

El Barcelona permitió a Flick traer a su equipo de confianza, incluido Heiko Westermann, Marcus Sorg y Toni Tapalovic. Más tarde, promovieron a Arnau Blanco después de unas prácticas veraniegas de Thiago Alcántara, quien ha vuelto a estar en forma en la capital catalana. La rutina de entrenamiento cambió completamente, y se estableció un código interno que jugadores como Jules Koundé e Iñaki Peña han corroborado. Raphinha, con el trofeo MVP en la mano, declaró: "Trabajamos duro desde el inicio de temporada. Sabemos lo que tenemos que hacer en el campo. Confiamos en el mister y él en nosotros".

En la final, el resultado fue una sorprendente victoria. Si no hubiera sido por la expulsión de Szczesny en el minuto 56, el Barcelona podría haber infligido un daño aún mayor. Tras la revisión del VAR, el equipo técnico se encontraba decidiendo cómo reorganizar al equipo en este nuevo escenario del partido. Flick comentó: "Cuando expulsaron a Tek no fue fácil para el staff. Debatimos mucho, pero tengo que agradecerles a todos porque tomamos la decisión correcta. Iñaki lo ha hecho fantásticamente. De cero a héroe. Estoy orgulloso de cómo hemos defendido". Es notable que Flick optara por permanecer en la sombra durante la celebración, evitando incluso aparecer en la foto oficial del equipo.

En Yeda, el Barça recuperó los ingredientes que lo hicieron temido en Europa. Desde el inicio de la temporada, han confiado en un ataque vertical, explotando la voracidad de su tridente ofensivo. Raphinha y Lamine Yamal ofrecieron actuaciones destacadas en la final, mientras que Robert Lewandowski, con su gol, ya suma 26 tantos, igualando la cantidad que anotó en toda la temporada pasada. Además, otros jugadores como Marc Casadó, quien fue una apuesta personal de Flick, y Gavi, que ha regresado de una grave lesión a un nivel excepcional, junto a un Pedri en su mejor momento, han iluminado el camino del Barcelona hacia un futuro prometedor. ¡El regreso del Barça podría desatar una nueva era dorada en el fútbol europeo!