Pablo Chiapella, el actor que da vida a Amador Rivas en la popular serie 'La que se avecina', ha dejado una huella indeleble en el mundo de la comedia con frases memorables como «Ay mi Cuqui» y «Pero no toques, ¿por qué tocas?». Sin embargo, su trayectoria en el mundo del entretenimiento ha sido mucho más extensa, con participaciones en programas icónicos como 'La hora chanante' y 'Muchachada Nui', además de series como 'Aquí no hay quien viva' y 'Museo Coconut'.

Antes de convertirse en una figura destacada en la comedia española, Chiapella se diplomó en Magisterio y se especializó en Educación Física, lo que refleja su vínculo con el ámbito educativo. Su vida personal también es digna de mención: Chiapella ha construido una familia junto a su esposa, Natalia Puente, y su hija Valentina, a quien han sabido cuidar y educar alejándola de ciertos contenidos de la televisión.

Natalia Puente: la mujer que ilumina su vida

El amor entre Pablo Chiapella y Natalia Puente floreció en el set de 'La que se avecina', donde ella se unió al equipo de estilismo en la segunda temporada. Chiapella ha compartido que ese fue el momento en que conoció al amor de su vida: «Es un vínculo que ha crecido con los años, y Valentina, nuestra hija de nueve años, es el reflejo de ese amor». Valentina, a menudo considerada la princesa de la casa, no tiene permitido ver la serie de su padre, ya que Chiapella considera que su contenido no es apropiado para su edad.

El doble filo de trabajar en familia

A pesar de compartir el escenario, Chiapella admite que trabajar con su pareja puede ser un desafío. En una entrevista, relató cómo ambos tuvieron que establecer límites para poder desconectar del trabajo: «Hemos tenido que decir 'vamos a dejar de hablar de trabajo' para mantener la armonía en casa». Estas huellas de su vida personal son un testimonio del amor y la complicidad que han desarrollado juntos.

Una amistad a prueba del tiempo: Chiapella y Sevilla

Otro aspecto fundamental en la vida de Pablo Chiapella es su amistad con Ernesto Sevilla, con quien se conoció en el colegio. Aunque no eran compañeros directos, el mal comportamiento de Sevilla los unió y se convirtieron en inseparables. Han compartido numerosas etapas de su vida, desde la infancia hasta su ascenso en la comedia. Sevilla fue clave en su carrera, introduciéndolo en el ámbito del humor y llevándolo a participar en proyectos como 'La Hora Chanante'.

La vida en Madrid y el camino compartido

La transición de Chiapella y Sevilla a la vida en Madrid no fue fácil. Ambos enfrentaron el reto de encontrar un hogar, una experiencia que se tornó divertida a pesar de los obstáculos: «Tuvimos que ser rescatados por mi padre, quien nos recordó que debíamos concentrarnos en lo que realmente buscábamos», confesó Chiapella entre risas.

Conclusión: una vida llena de amor y risas

Pablo Chiapella ha sabido balancear su carrera y su vida personal de manera ejemplar, construyendo relaciones profundas y duraderas tanto en el ámbito familiar como en el profesional. Su viaje ha sido todo menos aburrido, y con cada nuevo proyecto en el que participa, logra que su público se ría y se emocione. Con su carisma y autenticidad, Chiapella continúa dejando una marca significativa en la televisión española.