El fenómeno de Wicked ha tomado el mundo por asalto, conquistando a millones con su magia y melodías. Esta adaptación cinematográfica del reconocido musical de Broadway no solo ha arrasado en taquilla, sino que también se proyecta como una de las grandes candidatas para los Oscar 2025. Sin embargo, la alegría de la producción se ha visto ensombrecida por una polémica que involucra a uno de sus actores principales.

El pasado verano de 2023, marcado por rupturas famosas en el mundo del espectáculo, Ariana Grande se separó de su esposo Dalton Gomez, con quien había compartido dos años de matrimonio. Poco después, comenzaron a surgir rumores acerca de una relación entre Grande y su compañero de reparto, Ethan Slater, quien también estaba en proceso de separación. A pesar de sus reiteradas negativas de que su romance había comenzado mientras ambos estaban casados, la sombra de esta historia de amor ha generado controversia.

Lilly Jay, la exmujer de Ethan Slater, ha decidido hablar públicamente por primera vez sobre el doloroso proceso de su divorcio en una entrevista con la revista estadounidense The Cut. En un emotivo relato hecho en primera persona, destaca: "Nadie se casa pensando que se va a divorciar. Nunca imaginé que esto sucedería, especialmente después de dar a luz a nuestro hijo justo antes de que comenzara a florecer la nueva relación de Ethan con una celebridad". Su reflexión pone de manifiesto las complicaciones que surgieron durante su matrimonio, especialmente después del nacimiento de su hijo.

Jay comparte las dificultades que enfrentó como psicóloga y madre, al intentar equilibrar su vida profesional con la visibilidad pública que su esposo necesitaba. "Mi pareja estaba en un camino diferente, donde las redes sociales eran esenciales. Inventamos reglas sobre lo que podíamos compartir de nuestra vida, pero ese equilibrio se volvió inestable", revela.

La distancia emocional comenzó a crecer después del nacimiento de su hijo y culminó en una ruptura que la llevó a solicitar el divorcio en julio de 2023, justo un mes antes del primer cumpleaños de su hijo. "Estos han sido mis días más oscuros, llenos de dolor y la sensación de haber fallado a lo que había planeado", comenta Lilly, añadiendo que a pesar de la tormenta, espera un futuro lleno de dulzura para ella y su hijo.

"Los días con mi hijo son soleados, pero hay momentos en que la promoción de la película me recuerda los días tristes de mi vida", confiesa, reflejando un deseo de mantener cierta privacidad en su vida a pesar de la invasión mediática que ha desencadenado la relación de los demás. A medida que avanza la promoción de Wicked, su historia personal continúa captando la atención del público, lo que plantea la pregunta: ¿podrá finalmente encontrar la paz en medio del caos mediático?