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¡La etarra Dolores condenada a 85 años de cárcel por el devastador atentado en Madrid en 2000!

2024-09-17

La Audiencia Nacional ha dictado una sentencia contundente: Ana Belén Egüés, conocida como Dolores, ha sido condenada a 85 años de prisión por su participación en el atentado con coche bomba en la calle de las Platerías de Madrid el 8 de agosto de 2000, un ataque que dejó a 11 personas heridas, siete de ellas de gravedad. El tribunal ha afirmado que la implicación de Egüés en este acto terrorista está probada, dado que, durante el juicio, admitió su participación tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía. Actualmente, a sus 55 años, se encuentra en prisión cumpliendo condenas por otros delitos relacionados con su actividad en ETA.

La sentencia detalla que Egüés cometió robos en enero de 2000, cuando sustrajo un Peugeot que luego fue utilizado en el atentado. En ese momento, ya era miembro del comando Buruhauste, un grupo de ETA activo en la capital española. Se reveló que la terrorista proporcionó la dinamita que fue cargada en el coche bomba y que este vehículo fue estacionado en el lugar del atentado por otros miembros del comando.

"La colocación y detonación de la bomba que estaba dentro del coche demuestra una notable capacidad de destrucción y una grave alteración de la paz social", afirma el dictamen de la Audiencia Nacional, firmado por los jueces Juan Francisco Martel, Francisca María Ramis y Fermín Javier Echarri.

Además, esta semana, la Audiencia Nacional lleva a cabo el juicio de otros dos etarras, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, y Miren Itxaso Zaldúa, conocida como Sahatsa, quienes están acusados de participar en cuatro atentados en 2002, incluidos ataques en la Universidad de Navarra y en el Corte Inglés de Zaragoza. La Fiscalía solicita para ambos 167 años de prisión por sus crímenes. Durante su testimonio, los acusados negaron cualquier relación con esos atentados, a pesar de las pruebas que se les presentaron.

Ata ha admitido su pertenencia al comando Basajaun y cumple condena por otros crímenes, mientras que Zaldúa, quien fue absuelta hace unos años por falta de pruebas en un juicio relacionado, se defiende diciendo: “Nunca he fabricado un artefacto explosivo, mi papel se limitó a tareas de apoyo a la organización.”

Estos juicios evidencian el largo camino de justicia frente al terrorismo en España y el compromiso de las instituciones por enfrentar el pasado. ¿Te imaginas cómo se sienten las víctimas y sus familias al escuchar estas noticias? ¡Sigue atento a las actualizaciones!