Ciencia

La Dorsal de Lomonósov: La Batalla Oculta en el Ártico

2025-04-01

Autor: Laura

A medida que avanza el tiempo, se vuelve evidente que una de las grandes contiendas políticas del futuro tendrá lugar en el Círculo Polar Ártico. Cada vez más nos enteramos de los secretos de esta región del mundo que apenas aparece en los planisferios. Nuestra educación nos hizo ver el planeta a través de una perspectiva este-oeste, ignorando a los dos polos. Crecimos viendo Europa como el centro del mundo, y ahora nos duele reconocer que esa no es la realidad, en muchos aspectos.

Si hubiésemos sido educados en Asia, tal vez entenderíamos mejor el concepto de 'Imperio del Centro'. El centro de un mapa puede desplazarse según se desee, como en la proyección de Mercator, creada en 1569 por el geógrafo flamenco Gerardus Mercator. En esos mapas, la Antártida apenas se insinúa y la representación de Groenlandia está distorsionada.

Es fundamental reeducar nuestra percepción del mundo. Para esta temporada, se recomienda dedicar quince minutos diarios a meditar frente a un globo terráqueo. Observándolo desde lo alto, entenderemos mejor la inminente batalla que se avecina. Al observar el mapa del Ártico, uno se da cuenta de que en esta vasta área se ha desatado una contienda por los recursos minerales, gas y petróleo, y por las bases militares.

La Dorsal de Lomonósov, una cordillera submarina que se extiende a lo largo de 1,800 kilómetros y que se eleva más de 3,000 metros bajo el agua, es un punto estratégico crucial. Conformada hace 60 millones de años por la separación de las placas tectónicas, alberga grandes yacimientos de gas, petróleo y minerales raros. Controlar esta cordillera implica controlar el Ártico, y quien domine esta área dominará lo que muchos llaman la Nueva Frontera.

En el año 2007, un momento simbólicamente cargado tuvo lugar cuando dos submarinos rusos descendieron a más de 4,000 metros para plantar una bandera de titanio en el fondo marino, en la base de la Dorsal de Lomonósov. Este acto no fue solo una exhibición simbólica, sino parte de una afirmación de su reclamación territorial basada en el Derecho Internacional del Mar de 1982, que establece derechos de los países sobre sus plataformas continentales.

Rusia, Dinamarca y Canadá están en una encrucijada geopolítica. Mientras Rusia reclama más de 1.2 millones de kilómetros cuadrados como extensión de la plataforma continental, Dinamarca argumenta que la dorsal es una extensión de Groenlandia. Canadá también tiene su reclamo fundamentado en la proximidad de sus tierras. Estados Unidos, aunque no ha firmado el tratado del Derecho Internacional, no se queda atrás en su atención hacia esta región.

Las bases militares rusas están bien posicionadas, y la Flota del Norte, con base en Murmansk, se considera la más poderosa en el Ártico. Rusia opera rompehielos y está aliada con China en la Ruta del Norte, además de poseer 13 puertos estratégicos en su costa septentrional. Este acceso a una ruta de navegación más rápida puede facilitar el comercio con Europa y Asia a través del Ártico.

La nueva administración estadounidense también ha mostrado interés en el Ártico, considerándolo un terreno fecundo para explotar recursos naturales. La posibilidad de la anexión de Groenlandia y una mayor integración de Canadá en la esfera estadounidense no es simplemente una fantasía. Detrás de esta política hay una estrategia calculada que busca posicionar a Estados Unidos como un jugador dominante en la región.

Por último, el último foro en Murmansk estuvo marcado por las palabras de Vladimir Putin, quien mostró una sorprendente comprensión ante la posibilidad de que Estados Unidos busque la adquisición de Groenlandia. La situación geopolítica se está volviendo cada vez más compleja, con el Ártico en el centro de la contienda.

Cada mañana, tómese quince minutos para reflexionar sobre el mundo y sus cambios. La Dorsal de Lomonósov puede ser solo el comienzo de una nueva era en el dominio global.