
La Diada: Un Eco de un Independentismo en Crisis
2025-09-11
Autor: Carmen
Un Paseo Desalentador en Barcelona
La Diada de este año en Barcelona reveló un panorama desolador para el independentismo catalán. Los organizadores, para llenar el paseo de Borbón, se vieron obligados a habilitar un carril para tractores, mientras las expectativas de participación se desvanecían. Atrás quedó el fervor de años anteriores: esta vez, la manifestación del 11 de septiembre reunió a apenas 28,000 personas, en comparación con las 60,000 del año pasado, según la Guardia Urbana.
Sumando las concentraciones en Tortosa y Girona, el número total de manifestantes apenas superó los 40,000, marcando una clara disminución desde las 70,000 presentes en la edición anterior.
Divisiones Internas y Nuevas Voces
Este año, lo que llamó la atención no fueron las escasas banderas palestinas, sino las tensiones internas que asolan al movimiento. La Alianza Catalana (AC), liderada por Silvia Orriols, no tuvo acceso a la cabecera de la marcha, lo que generó un cordón policial de los Mossos para evitar conflictos con otros sectores del independentismo.
Orriols denunció el "sectarismo" que, según ella, intenta excluir a su formación del movimiento. Afirmó que su partido representa actualmente a más catalanes que la ANC, lo que refleja la creciente división entre grupos.
Un Llamado a la Unidad en Tiempos de Oposición
Xavier Antich, presidente de Òmnium, comentó que su organización estuvo en constante comunicación con la ANC para minimizar la visibilidad de AC en la manifestación, considerando su participación como una provocación. La descomposición del movimiento es tal que incluso figuras prominentes, como Oriol Junqueras de ERC, se permitieron no asistir.
El clamor por la unidad previo es ahora un eco distante; el movimiento es consciente de que la aparición de Alianza Catalana, creciente en intención de voto, pone en cuestión la posibilidad de cohesión en el futuro.
Críticas a la Administración Española
En un momento donde la juventud parece desconectada del independentismo, el vicepresidente de Junts, Josep Rius, advirtió sobre los "ataques del Estado español" y la "falsa normalidad" que, en su opinión, afecta al catalán y al propio movimiento.
Con la Generalitat liderada por Salvador Illa, la movilización ha perdido impulso, y surgen dudas dentro de sectores más radicales sobre el papel de la ANC en la organización de estos eventos.
Un Desenlace Llameante
Durante su discurso final, Lluís Llach, presidente de la ANC, instó a los partidos independentistas a abandonar los pactos y abogar por la independencia como una herramienta para lograr una sociedad más justa. Como si el peso del tiempo le agotara, Llach clamó por la desobediencia civil, concentrándose en la cuestión del catalán en las escuelas, subrayando que ningún juez debería dictar en qué lengua deben comunicarse los catalanes.