Los trabajos de rescate y recuperación de cuerpos en Valencia continúan sin descanso. La Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ejército y la Guardia Civil están movilizados en varias áreas afectadas por la reciente Dana, a pesar de las alarmas por lluvia emitidas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

En esta misión crítica, la UME está llevando a cabo labores de achique de agua acumulada en garajes subterráneos, limpieza de calles cubiertas de lodo y la retirada de muebles y objetos dañados por las inundaciones que los habitantes han sacado de sus hogares. Las escenas son devastadoras, y muchos residentes están desesperados por saber el estado de sus propiedades.

Uno de los focos más preocupantes es el aparcamiento subterráneo del centro comercial Bonaire, en Aldaia. En el lugar, se desconoce el número exacto de posibles víctimas atrapadas entre los escombros y el agua. La UME ha enfatizado que las labores no cesan de día ni de noche, reflejando la gravedad de la situación.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, reportó que alrededor de 50 efectivos están trabajando intensamente en el parking, apoyados por cuatro máquinas y un kayak para extraer el agua acumulada. Esta cifra podría aumentar a medida que las necesidades crezcan en la zona. "No podemos especular sobre la cantidad de desaparecidos. Aguardemos a que continúen las labores de desagüe," pidió el ministro, subrayando la necesidad de más información.

A pesar de la intensa lluvia que ha afectado la región en las últimas horas, la Guardia Civil ha continuado con el arduo trabajo de rescate. El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat ha emitido alertas especiales, dado el impacto significativo de las precipitaciones y el peligro que representan las inundaciones.

La Generalitat Valenciana ha informado que todas las áreas afectadas ahora cuentan con servicio de agua potable para aseo y limpieza, aunque no es apta para consumo humano. Además, doce municipios siguen sin suministro de gas, lo que agrava aún más la difícil situación que enfrentan muchas familias.

En un escenario donde el tiempo es crucial, el apoyo y la solidaridad de la comunidad son más necesarios que nunca. A medida que surge esta crisis, muchos preguntan: ¿cuántas vidas se perderán antes de que los servicios de emergencia puedan restaurar la normalidad en Valencia? ¡La esperanza no se pierde, pero la angustia aumenta!