La demencia es una enfermedad devastadora que afecta las funciones cognitivas y, por ende, la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. No solo impacta la memoria, el pensamiento y el juicio, sino que también puede afectar jóvenes en ciertos casos. Sin embargo, un estudio revolucionario de la Comisión Lancet, publicado en la revista científica homónima, ha identificado 14 factores de riesgo prevenibles que podrían ayudarnos a esquivar o, al menos, retrasar esta temida enfermedad.

Destacando la importancia de la actividad cognitiva y física a lo largo de la vida, el estudio sugiere que hábitos saludables, como dejar de fumar, son clave para reducir la incidencia de la demencia relacionada con la edad. Los factores de riesgo más relevantes son:

1. Menor nivel educativo

La educación continua es un poderoso aliado; aquellos con un mayor nivel educativo tienden a tener una mejor reserva cognitiva. Incluso la estimulación cognitiva en el trabajo a lo largo de la vida puede ser beneficiosa.

2. Problemas auditivos

La pérdida auditiva afecta a una de cada cinco personas y se ha relacionado con un aumento del riesgo de demencia, asociándose con un porcentaje del 16%. Es crucial cuidar la salud auditiva para combatir este riesgo.

3. Depresión

La depresión y la demencia tienen una relación compleja; la depresión puede ser un síntoma o una causa de deterioro cognitivo.

4. Traumatismos craneales

Las caídas y el contacto físico en deportes de alto impacto pueden resultar en traumatismos que incrementan el riesgo de demencia.

5. Tabaquismo

Fumar es el mayor riesgo identificado, y las estadísticas indican que los fumadores tienen un 2% más de probabilidades de desarrollar demencia.

6. Problemas cardiovasculares

Factores como la hipertensión, el sedentarismo, y el aislamiento social también influyen, evidenciando la importancia de mantener la salud del corazón y de las relaciones sociales.

7. Colesterol elevado midiendo en la mediana edad

Aunque el colesterol alto en la vejez no se asocia al mismo riesgo, es crítico controlar los niveles durante la mediana edad.

8. Ejercicio físico

La actividad física regular se asocia con beneficios cognitivos, mejorando el flujo sanguíneo al cerebro.

9. Hipertensión

La presión arterial alta 5 años antes del diagnóstico puede ser un signo de advertencia, lo que subraya la importancia de controlar la hipertensión desde una edad temprana.

10. Obesidad

Un índice de masa corporal alto en la mediana edad se asocia con un mayor riesgo de demencia. Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental.

11. Consumo excesivo de alcohol

El abuso del alcohol se ha vinculado de manera significativa a un aumento del riesgo de demencia.

12. Aislamiento social

Mantener una vida social activa puede proteger frente a la demencia, promoviendo la reserva cognitiva y reduciendo el estrés.

13. Contaminación del aire

La exposición a partículas finas incrementa el riesgo de deterioro cognitivo. Tomar medidas para reducir la exposición a la contaminación ambiental puede ser vital.

14. Pérdida visual no tratada

Ignorar problemas de visión puede tener consecuencias serias en la salud cognitiva. Es esencial que se realicen revisiones oculares regulares.

Cultivar buenos hábitos en nuestra vida diaria y prestar atención a estos factores de riesgo puede marcar una gran diferencia en la prevención de la demencia. Mantente informado y toma las riendas de tu salud mental y física hoy mismo. ¡El futuro de tu mente podría estar en tus manos!