La COP29: ¿Fin del mundo a la vista? La ventana de oportunidad se cierra a pasos agigantados
2024-11-10
Autor: Laura
Cada grado que se limite en el calentamiento global es crucial. Cada pequeño esfuerzo cuenta para prevenir los desastrosos efectos del cambio climático. La ONU advierte: "Con cada incremento, los fenómenos extremos y los riesgos aumentan notablemente". Así, en este sombrío contexto, se inicia la Cumbre del Clima (COP29) en Azerbaiyán este lunes, con un aire lleno de inquietud y pesimismo.
El panorama en el que nos encontramos es alarmante y representa una clara señal de alerta. España, por ejemplo, se presenta en la COP29 mientras aún se recupera de los devastadores efectos de la DANA, el fenómeno meteorológico que causó unas de las inundaciones más letales del siglo XXI. Esta tormenta extrema se ha vinculado directamente al calentamiento global que hemos impulsado los seres humanos. A la cumbre asiste el presidente Pedro Sánchez, quien ha reconocido que España enfrenta "consecuencias devastadoras del cambio climático" tras los desastres vividos recientemente en comunidades como Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
En un eco de lo ocurrido hace ocho años en Marrakech, esta cumbre comienza justo después de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Aunque la representación estadounidense estará bajo la administración Biden, el temor a que EE.UU. retroceda en sus compromisos climáticos persiste. Trump había calificado el acuerdo de París como un "engaño", lo que añade todavía más incertidumbre a las negociaciones.
La ciencia no cesa de aportar datos inquietantes sobre el estado del planeta. Proyecciones recientes sugieren que el año 2024 será el primero en superar un promedio de 1,5 °C sobre los niveles preindustriales, con cifras previstas que podrían llegar a 1,55 °C, según el Servicio Copernicus. Esto marcaría un hito histórico, pues sería la primera vez que un año queda fuera del margen de seguridad estipulado por el Acuerdo de París.
Los últimos diez años han sido los más cálidos jamás registrados en la historia de la Tierra, un claro indicador de la crisis climática que enfrentamos. "Hemos desperdiciado nuestra primera oportunidad de mantenernos bajo el umbral de los 1.5 °C", lamenta el director del Instituto de Física de Cantabria, José Manuel Gutiérrez. Ahora, queda una segunda "oportunidad" de no sobrepasar los 2 °C, pero cada vez queda menos tiempo para actuar.
En un contexto donde las concentraciones de CO2 alcanzan niveles históricos, las delegaciones de los países en la COP29 saben que entramos a una zona crítica. Actualmente, el CO2 en la atmósfera se sitúa en 420 partes por millón (ppm), mientras que los científicos alertan que un límite seguro sería de 350 ppm, superado desde 1986.
La COP29 no solo se centra en el medio ambiente; el dinero juega un papel fundamental. Alrededor de 40,000-50,000 delegados de casi 200 países discutirán cómo asegurar fondos para que las naciones en desarrollo puedan mitigar sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático. Se espera que se movilicen 100,000 millones de dólares anuales, pero esto ha sido solo un sueño que se ha cumplido en 2023.
"Lo que necesitamos es multiplicar por diez esa cifra", enfatiza Javier Andaluz, representante de Ecologistas en Acción. En este sentido, el lema del Sur Global para las negociaciones es claro: "De miles de millones a billones".
Así, se demandan medidas urgentes y ambiciosas, pues el próximo año será crucial para la revisión de los planes climáticos nacionales. "Esta no es una COP de transición; esas afirmaciones son peligrosas", sentencia Andaluz. La pregunta que queda en el aire es: ¿serán los líderes globales capaces de actuar a tiempo, o perderemos nuestra última oportunidad para salvar al planeta? Las próximas semanas serán decisivas y el tiempo corre en contra.