La controversial propuesta de ley de Libertades Públicas y Seguridad Ciudadana, respaldada por Bildu y los aliados del PSOE, ha superado las enmiendas de totalidad presentadas por PP y Vox, iniciando así su camino parlamentario urgente hacia una posible aprobación en el primer trimestre de 2025.

Esta ley introduce medidas significativas como la eliminación progresiva de las pelotas de goma, a cambio de métodos disuasorios considerados 'menos lesivos'. Además, reduce sanciones por infracciones en seguridad y faltas de respeto hacia las fuerzas de seguridad, y se compromete a modificar el proceso en frontera, buscando erradicar la práctica de las devoluciones en caliente de inmigrantes.

El debate ha escalado a un verdadero campo de batalla ideológico, con enfrentamientos duros entre Vox y los partidos de Sumar y el PSOE. Javier Ortega Smith, de Vox, ha calificado a los socialistas y comunistas como representantes de una ‘ideología criminal’, mientras que los diputados de Bildu han sido tildados de 'filoetarras y gentuza'. "Pretenden amordazar a quienes luchan contra la violencia y la delincuencia", enfatizó Ortega Smith en su denuncia a la ley.

Por su parte, Ana Belén Vázquez del PP, no se quedó atrás, afirmando que esta ley es ‘la ley Otegi’, impulsada por los herederos de los etarras y los que atacaron a la policía en Barcelona, acusando al PSOE de ceder a las demandas de estos grupos por el bien de mantener al presidente Sánchez en el poder. "Esta ley, impulsada por un condenado por terrorismo, representa el odio hacia la Policía y una radicalización de la violencia callejera“, afirmó sin rodeos.

Los representantes del PSOE contraatacaron, tildando a la oposición de regresiva. Una diputada socialista recordó que las manifestaciones de 2015 en protesta por los recortes de Rajoy llevaron a la creación de la 'ley mordaza' para acallar las voces disidentes. Además, añadió que bajo gobiernos socialistas, las fuerzas de seguridad han obtenido más derechos y recursos.

Enrique Santiago de Sumar, arremetió contra la oposición, acusándolos de 'novios de la muerte' y de haber firmado sentencias de muerte durante la dictadura de Franco. Insistió en que la verdadera lucha por la libertad siempre ha surgido de la protesta popular. Además, criticó el enfoque de la oposición que quiere mantener marcos legales que, en su opinión, restringen libertades y derechos.

Ione Belarra, líder de Podemos, no dudó al calificar a la oposición de 'franquistas' y disparó acusaciones de corrupción contra algunos jueces, sugiriendo que protegen a miembros del PP. Mencionó a varios magistrados como ejemplos de este 'activismo político' que, según ella, solo favorece a corruptos.

El enfrentamiento en el Congreso se intensifica mientras el futuro de esta propuesta de ley sigue siendo incierto. ¿Este es el comienzo de un ciclo de polarización extrema en la política española? ¡El tiempo lo dirá!