Francisco Rivera Pérez, ampliamente conocido como Paquirri, se convirtió en un ícono del toreo en España, saliendo por la puerta grande de Las Ventas en seis ocasiones memorables. Sin embargo, su vida se apagó trágicamente hace 40 años en el mismo lugar donde había deslumbrado a miles de aficionados: la plaza de toros de Pozoblanco.

El 26 de septiembre de 1984, Paquirri sufrió una cogida mortal que dejó una profunda huella en la escena taurina y en el corazón de sus seguidores. La noticia de su fallecimiento conmocionó al país, uniendo a millones de personas en un luto colectivo que reveló la magnitud de su impacto en el mundo del toreo.

Aitor Luna, íntimo amigo de Paquirri, compartió su historia en un reciente programa de televisión, recordando los últimos momentos del torero. "Lo último que hizo Paquirri fue llamar a Isabel, pero lamentablemente no le cogió el teléfono", reveló Luna, enfatizando el gran amor que sentía por ella. Según sus declaraciones, las últimas palabras de Paquirri antes de ser herido fueron: "llamad a Isabel". Esta revelación añade un matiz emocional a la tragedia, mostrando que incluso en sus instantes finales, su corazón estaba con la mujer a la que amaba.

Para quienes no lo saben, Isabel Pantoja, la famosa cantante, y Paquirri mantuvieron una relación muy mediática que capturó la atención de España en esa época. Su conexión romántica fue apasionada, y su trágico desenlace hizo que su historia perdurara en la memoria colectiva. Hoy en día, su legado continúa vivo en la cultura española, y los aficionados al toreo todavía rememoran su valentía y carisma en la plaza.

La historia de Paquirri es un recordatorio de lo frágil de la vida y del amor, y su figura se mantiene como un símbolo de pasión y fiel entrega a su profesión.