El éxodo de rumanos en España, que durante años fue la comunidad extranjera más numerosa del país, está en declive severo. A pesar de haber creado vidas en territorio español, un número creciente de inmigrantes rumanos ha decidido regresar a su país natal, motivados por las dificultades económicas que enfrentan. Este fenómeno no solo representa una transformación en España, sino que refleja cambios profundos en las condiciones de vida y oportunidades en Rumanía.

Hace alrededor de diez años, la comunidad rumana en España alcanzaba casi 800.000 residentes. Sin embargo, datos recientes indican una alarmante caída del 30%, reduciendo la comunidad a poco más de 600.000 personas. Los principales factores detrás de este éxodo son evidentes: el aumento constante del costo de la vida y la creciente dificultad para ahorrar, lo que obliga a muchas familias a replantear su futuro.

Un testimonio conmovedor es el de un hombre que llegó a España hace 17 años, atraído por salarios competitivos y un costo de vida razonable. Durante sus primeros años, su trabajo no solo le permitió vivir con cierta comodidad, sino que también le posibilitó ahorrar y enviar dinero a Rumanía. Hoy, esta situación parece lejana. “El problema es que los salarios son bajos en comparación con el nivel de vida actual. Antes, con 50 euros, podías hacer la compra de toda la semana; ahora es imposible. Lo que ganamos en España se va íntegramente en gastos. No hay forma de ahorrar ni de enviar dinero a casa”, confiesa. A pesar de haber conseguido una estabilidad laboral como inspector ambiental cerca de Madrid, él y su familia han decidido regresar a Rumanía este verano.

El declive de la comunidad rumana en España está lejos de ser un fenómeno aislado. Marca una nueva mentalidad en quienes emigraron buscando un futuro mejor. Para muchos, las condiciones actuales de Europa Occidental ya no justifican las adversidades de vivir lejos de su hogar. “Regresar no es una decisión fácil. Después de tantos años, Rumanía y España no son comparables. Sin embargo, si los 5 millones que emigraron no regresamos, ¿cómo cambiará la situación en Rumanía?”, reflexiona el mismo trabajador.

Este retorno a casa, aunque lleno de incertidumbre, está emergiendo como una solución inevitable para muchos rumanos en España. A medida que se intensifica la presión económica y la esperanza de un mejor futuro se desvanece, la comunidad rumana se enfrenta a un cruce de caminos: seguir luchando en un entorno hostil o regresar a sus raíces y contribuir a la reconstrucción de su país de origen. La pregunta persiste: ¿cambiará esta tendencia la dinámica de la inmigración en Europa? No te pierdas los próximos desarrollos de este fenómeno que están cambiando la cara de la migración rumana.