La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) se encuentra en la fase final de su evaluación acerca de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell. Esta decisión podría revertirse en la aprobación de la operación en la fase 1 o bien trasladarla a una etapa 2, donde se realizaría un análisis más exhaustivo y potencialmente tendría que involucrarse el Gobierno.

El proceso regulatorio de control de concentraciones establece dos fases. En la fase inicial, que tiene un plazo máximo de un mes, la CNMC evaluará si la operación debe ser aprobada, archivada o analizada más a fondo debido a posibles problemas de competencia. Este análisis detallado involucraría la participación de terceros interesados y podría alterar la dinámica del mercado.

¿Qué podría pasar en la fase 2?

Si la CNMC decide que la operación pasa a la segunda fase, se evaluará si se puede autorizar la fusión sin condiciones o si se imponen compromisos. En caso de que los compromisos no sean suficientes para abordar las preocupaciones de competencia, podrían establecerse condiciones adicionales. ¡Esto podría cambiar el rumbo de numerosas operaciones bancarias en el país!

Si no se llegan a acuerdos que mitiguen los problemas de competencia, la CNMC podría incluso prohibir la concentración, lo que enviaría el caso al Ministerio de Economía y, en última instancia, al Consejo de Ministros, que tiene un mes para tomar una decisión considerando otros criterios de interés público.

Los recientes ejemplos de fusiones, como las de CaixaBank con Bankia y Unicaja con Liberbank, fueron aprobadas en la fase 1 con compromisos. Sin embargo, estos procesos fueron más sencillos comparados con la complejidad de una OPA hostil como la presentada por BBVA. La duración de esos trámites fue notablemente diferente; CaixaBank necesitó cuatro meses, mientras que Unicaja lo logró en menos de dos.

¿Qué significa esto para el futuro?

Si la CNMC aprueba la OPA en noviembre, BBVA podría seguir su calendario y esperar cerrar la fusión a mediados de 2025 después de obtener todas las autorizaciones necesarias en un plazo de seis a ocho meses. En caso contrario, si se requiere más análisis, es probable que la espera se extienda considerablemente, lo que podría traer desafíos para la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la validación del folleto informativo para los inversores.

Opiniones divergentes

Onur Genç, CEO de BBVA, ha afirmado que no considera la fase 2 como su escenario principal, aunque está consciente de su posibilidad. Por otro lado, César González-Bueno, CEO de Banco Sabadell, enfatiza la necesidad de que todas las partes tengan acceso a la información relevante antes de tomar una decisión, haciendo hincapié en la transparencia del proceso.

En conclusión, la decisión de la CNMC sobre la OPA de BBVA sobre Sabadell no solo influirá en el futuro inmediato del sector bancario, sino que también tendrá repercusiones significativas en la economía nacional. Este será un momento crucial que podría redefinir el panorama financiero de España en las próximas semanas.