La opa de BBVA sobre Banco Sabadell avanza, pero no sin complicaciones. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha fijado mediados de noviembre como la fecha clave para decidir si aprueba la operación en su fase inicial. Este proceso podría llevarse a una revisión más exhaustiva, lo que aumentaría la posibilidad de que el Gobierno intervenga en el análisis de la fusión.

Fuentes del sector han indicado que en la última reunión de la CNMC no se tomó ninguna decisión, y ahora se encuentra en una situación límite. "El plazo para la fase inicial está por expirar, por lo que se espera un desenlace en las próximas semanas", afirman estas fuentes.

BBVA, bajo la dirección de Carlos Torres, presentó oficialmente la propuesta de compra a principios de mayo. Aunque el contador comenzó a contar el 31 de mayo, después de que se formalizara la solicitud ante el regulador. Desde entonces, la CNMC tiene tres meses para evaluar la propuesta, aunque el reloj se detiene cuando se le solicita información adicional.

El veredicto de la CNMC es crucial, ya que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no se pronunciará sobre la opa hasta que obtenga el visto bueno de la primera. La presidenta de la CNMV, Cani Fernández, ha indicado previamente que la oposición a la creación de este 'megabanco' sería un caso poco frecuente, dado que BBVA podría justificar su propuesta en base a ciertas condiciones del mercado.

Adicionalmente, BBVA ha enfocado su estrategia en asegurar que la oferta pueda retirarse si las exigencias regulatorias son consideradas excesivas. Este tipo de escenarios no son nuevos; un ejemplo claro es el de Iberia, que optó por no seguir adelante con la adquisición de Air Europa debido a las restricciones impuestas por las autoridades competidoras de la Unión Europea. La pregunta ahora es: ¿logrará BBVA sortear estos obstáculos y llevar a cabo la operación con éxito?