¡La carga financiera de las empresas en España alcanza niveles alarmantes de 2012!
2024-11-06
Autor: Carmen
La carga financiera que enfrentan las empresas en España ha experimentado un aumento alarmante en el primer semestre de 2024, incrementándose en 5,3 puntos porcentuales, alcanzando así un preocupante 17,7%. Esta cifra representa la tasa más alta desde la crisis económica de 2012, según el Banco de España. Este aumento se atribuye principalmente a las recientes subidas de tipos de interés, que han elevado los gastos por intereses sobre el excedente bruto de explotación. Aunque se espera que las caídas recientes en el precio del dinero reduzcan esta relación, el retraso en la revisión de los préstamos a tipo variable hará que la debilidad persista a corto plazo.
El informe del Banco de España destaca que la problemática financiera que afecta tanto a empresas como a hogares se ha mantenido como una de las principales vulnerabilidades del sistema, aunque ha mostrado una ligera mejora respecto a informes anteriores. La deuda de las empresas no financieras ha aumentado un 1,3%, alcanzando un endeudamiento del 65% del PIB en el segundo trimestre, lo que significa una reducción de 3,6 puntos en comparación con el año anterior y marcando el nivel más bajo desde septiembre de 2002. En el caso de los hogares, su tasa de endeudamiento ha caído al 44%, el nivel más bajo desde el año 2000, aunque la carga financiera es ahora la más alta desde 2014. Sorprendentemente, el informe aún no considera el reciente incremento en el precio de la vivienda, aunque se está supervisando el sector debido al aumento del porcentaje del valor de las viviendas que representan los préstamos hipotecarios.
Además, el Banco de España también ha manifestado sus preocupaciones sobre el elevado nivel de endeudamiento público, identificando una tendencia creciente debido al costo de financiación, el alto déficit estructural y las inversiones necesarias en cambio climático, digitalización y defensa. También advierte sobre las descensos en rentabilidad y capital del sector en caso de una nueva crisis financiera.
Un factor determinante que añade incertidumbre es el contexto geopolítico. El Banco de España pone de relieve los riesgos asociados al conflicto en Oriente Medio, así como la tensión entre Ucrania y Rusia. A esto se suma la inminente celebración de elecciones en Estados Unidos, lo que podría intensificar las tensiones comerciales con China. Asimismo, el informe indica un aumento en el riesgo de una corrección severa en los mercados financieros, lo que podría complicar aún más la capacidad de los bancos para cumplir con sus necesidades de financiación.
Nuevos retos para la banca
A pesar de la adversidad, la banca española reportó un incremento del 22% en su beneficio neto entre enero y junio de este año, con un retorno sobre fondos propios que alcanzó el 13,9%, dos puntos más que en el año anterior. Irónicamente, los informes sugieren que el impuesto temporal a los bancos no ha afectado ni sus ganancias ni su rentabilidad, ya que las ganancias, sin considerar el impuesto, habrían aumentado un 22,6% y la rentabilidad habría alcanzado el 14,5%.
Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera del Banco de España, ha expresado su preocupación por la posible extensión del gravamen temporal durante tres años más, destacando la advertencia del BCE sobre los riesgos de que tales impuestos no se adapten correctamente a las condiciones económicas, pudiendo afectar negativamente a las actividades de mayor riesgo en el sector.
La mejora en los beneficios del sector bancario ha sido estimulada por un desempeño positivo de los márgenes de interés, impulsados por el alza de los tipos. Sin embargo, a pesar de estos resultados, el capital de calidad en las entidades financieras españolas, medido por la ratio CET 1 fully loaded, se sitúa en un modesto 13,3%, aún por debajo de la media europea.
Por último, el saldo de crédito ha mostrado una moderación en la caída, descendiendo un 1,2% en el primer semestre del año. Esta caída fue 1,3 puntos porcentuales menor en comparación con el año anterior, lo que indica una posible estabilización en el panorama crediticio.