La llegada de Hansi Flick al banquillo ha traído un remanso de paz al vestuario, que estaba necesitado de estabilidad tras la era de Xavi. El exentrenador blaugrana ya había declarado lo complicado que podría ser el reto para su sucesor, invitándole a tener paciencia: "Es una plaza muy complicada", dijo. Sin embargo, la calma de Flick es todo lo contrario. Desde que asumió el cargo, se ha ganado el respeto de los jugadores y de la directiva con su capacidad para gestionar emociones y mantener un ambiente de confianza.

Flick es conocido por su enfoque dialogante; es un líder que rara vez levanta la voz, pero que siempre es claro y directo en su comunicación. Su llegada al equipo ha sido recibida con entusiasmo rebosante, generando un sentido de unidad muy necesario. Según fuentes cercanas a Relevo, el equipo se siente como una verdadera familia bajo su mando y él mismo afirma que anima a sus futbolistas a concentrarse en el juego, más que en las decisiones arbitrales.

Sin embargo, Flick no es el único que ha pasado por situaciones tensas. Su predecesor, Xavi Hernández, ha sido criticado por su impulsividad, con una notable cantidad de tarjetas rojas en su historial como entrenador, un fenómeno que su club quiso evitar. Xavi reconoció hace poco que su pasión por el juego a menudo le lleva a perder el control, un rasgo que no parece afectar a Flick, que se ha mostrado sereno incluso en los momentos más críticos de las partidas.

Un claro ejemplo de esto ocurrió durante el partido contra el Rayo Vallecano, donde las decisiones arbitrales fueron muy cuestionables. A pesar de un penalti no señalado y de un gol anulado, Flick mantuvo su compostura tanto en el campo como en la rueda de prensa posterior; esto dejó una gran impresión en la afición y en sus jugadores.

Además, la forma en que Flick reacciona ante adversidades demuestra que el club ha encontrado en él un líder capaz de sobrellevar la presión. Mientras que otros técnicos pueden perder la cabeza, él se mantiene centrado y enfocado en lo que realmente importa: el bienestar de sus jugadores y el rendimiento del equipo. Esta habilidad no solo es admirada dentro del club, sino que también podría marcar una gran diferencia en sus aspiraciones esta temporada.

Así que, mientras se prepara para el desafiante encuentro en La Cerámica, la expectación por ver cómo manejará Hansi Flick la presión es innegable. Los aficionados del club esperan ansiosos que su serenidad y habilidades de gestión se traduzcan en resultados positivos en el campo.