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¡La Borriquilla Regresa a San Lorenzo! El Fervor Popular Triunfa a Pesar de la Lluvia

2025-04-13

Autor: Carmen

Un Domingo de Ramos Inolvidable en Burgos

La esperada procesión de Jesús en la Borriquilla tuvo un inicio titubeante en Burgos, al apenas avanzar unos metros desde la Catedral antes de que la lluvia decidiera interrumpir la celebración. Sin embargo, la devoción de los fieles no se detuvo, y el paso de la Borriquilla regresó a la iglesia de San Lorenzo, rodeado de una multitud ansiosa por mostrar su fe.

El Inicio de la Celebración

Desde las 9:45 de la mañana, la celebración del Domingo de Ramos comenzó con la bendición de palmas y ramos en San Lorenzo, con la presencia del arzobispo de Burgos, Mario Iceta. Posteriormente, el paso fue trasladado solemnemente a la Catedral, donde una misa especial tuvo lugar en el altar mayor, realzada por las voces de la Coral de Santa María la Mayor y la Escolanía Pueri Cantores.

La Lluvia No Puede Detener la Devoción

A pesar de que al comienzo parecía que la procesión podría seguir su curso, lo imprevisto sucedió: la lluvia aumentó y obligó a suspender el recorrido casi de inmediato. Los fieles, en vez de desalentarse, buscaron refugio, pero al cesar la lluvia, rápidamente regresaron al encuentro de la Borriquilla en su camino de regreso.

Un Regreso Triunfal a San Lorenzo

Aunque no era la procesión oficial, el regreso del paso a su parroquia fue recibido con gran alegría. Frente a la iglesia de San Lorenzo, decenas de fieles, con palmas en mano, aguardaron para acompañar la llegada del paso, mientras la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Coronación de Espinas y Cristo Rey llenaba el aire de música festiva. Un escenario emocionante que recordará a todos que la fe puede más que cualquier tormenta.

Imágenes que Capturan el Espíritu del Día

Las instantáneas de este Domingo de Ramos reflejan no solo el desafío de la lluvia, sino también el inquebrantable espíritu de la comunidad burgalesa. La Borriquilla, envuelta en los colores de la tradición, se convierte en símbolo de resiliencia, un recordatorio de que, en los momentos más difíciles, la unidad y la devoción pueden hacer brillar la esperanza.