Con solo dos sesiones restantes para finalizar el ejercicio, el Ibex 35, el principal indicador de las bolsas españolas, se dirige hacia una impresionante rentabilidad anual de alrededor del 15%. Este año ha estado marcado por retos significativos, tales como la inflación desmedida y tensiones geopolíticas, pero la reciente tendencia a la baja en los tipos de interés ha impulsado a los operadores a aprovechar el positivo balance de los resultados empresariales.

Sin embargo, a pesar de este desempeño, el índice se ha quedado a las puertas de consolidar los 12.000 puntos, un nivel que se logró tocar en varias ocasiones gracias a la fortaleza de la gran banca y empresas de renombre como Inditex, Telefónica, Iberdrola y Ferrovial.

El año 2024 ha sido una mezcla de luces y sombras para las bolsas españolas. A lo largo del año, tres nuevas compañías han sido incorporadas al mercado continuo y 21 más se han sumado a BME Growth y al nuevo índice BME Scaleup, dedicado a empresas en crecimiento. Sin embargo, estas incorporaciones no han sido suficientes para compensar las bajas de empresas que han dejado el mercado.

La situación es preocupante, ya que varias empresas históricas han salido o están en la cuerda floja de abandonar el mercado, como Opdenergy, Ercros, Applus, Talgo y NH Hoteles. Por otro lado, compañías como Lingotes Especiales e Insur han dejado de cotizar debido a la falta de liquidez necesaria.

En este contexto, el mercado continuo español sigue reduciéndose sin cesar, pasando de más de 170 empresas cotizadas a poco más de 110 al comenzar el vibrante 2025. La carga fiscal, con impuestos como la Tasa Tobin y gravámenes extraordinarios para la banca y energéticas, no hace más que agravar la situación.

Sin embargo, hay razones para la celebración: las empresas cotizadas han aumentado un 25% la retribución a sus accionistas en los primeros once meses, alcanzando los 34.655 millones de euros. La amortización de acciones también ha crecido, sumando un total de 13.579 millones. Si se combinan estas formas de retribución, se supera la cifra de 48.200 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 11% y marca un nuevo récord histórico.

En términos de financiación, la Bolsa española ocupó el décimo lugar mundial con flujos de financiación de 9.854 millones de dólares, casi un 97% más que el año pasado, impulsado por salidas a Bolsa como la de Puig, que fue la más significativa a nivel global en el primer semestre.

Además, BME Growth y BME Scaleup han captado la atención de 21 nuevas empresas entre una variedad de sectores, y se prevé que continúe esta tendencia con nuevas incorporaciones. Hasta el momento, se han negociado 294.218 millones de euros en acciones en las plataformas de BME, lo que supone un 6% más que el mismo periodo del año anterior. Esta es la primera vez desde 2015 que se observa un incremento en el importe anual negociado en acciones, un signo positivo que podría augurar un futuro más prometedor.

El Ibex 35 ha demostrado, una vez más, su fortaleza en Europa, con una revalorización de aproximadamente el 14%, marcando así cinco semestres consecutivos de crecimiento. Este tipo de rendimiento no se había visto en mucho tiempo, estableciendo así unas perspectivas moderadamente optimistas para el nuevo año que comienza.