A solo cuatro días de unas elecciones críticas que podrían definirse por un suspiro, el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris realizaron intensas campañas en Michigan y Wisconsin, dos estados clave que podrían cambiar el rumbo político de Estados Unidos por los próximos cuatro años.

Ambos candidatos llevaron a cabo varios actos durante la jornada, teniendo como colofón un evento masivo en Milwaukee, donde su cercanía geográfica destacó el alto nivel de competencia. Durante estos actos, Harris puso énfasis en la importancia del voto joven, a quienes llamó la "promesa" de la nación. "Juntos podemos construir un futuro mejor, basado en la unidad y la colaboración," afirmó, mientras lanzó un mensaje directo al partido opositor.

Por su parte, Trump no escatimó en palabras duras, sugiriendo que Harris "odia" a Estados Unidos y calificando su desempeño como "el peor de la historia". Ante sus seguidores, Trump dejó claro su patriotismo: "Mi amor por este país es inquebrantable – ella no puede decir lo mismo".

En el evento de Harris, artistas como GloRila y Cardi B se unieron a la causa, siendo esta última una ferviente defensora del voto, revelando que decidió participar activamente en el proceso electoral tras el anuncio de la candidatura de Harris. La combinación de alta energía y celebridades busca captar la atención de los jóvenes votantes, un grupo crucial en el desenlace electoral.

Trump, en un intento por atraer a la comunidad árabe, hizo una parada en Dearborn, Michigan, conocida como la "capital árabe" de EE.UU. En este contexto, prometió que su victoria traería "paz en Oriente Medio," aunque sin detallar cómo llevaría a cabo tan ambicioso plan. La comunidad árabe, desencantada con el apoyo del Partido Demócrata a Israel, sigue siendo un objetivo estratégico para los republicanos.

La controversia también envolvió a Trump tras sus recientes comentarios sobre la excongresista Liz Cheney, a quien propuso como apta para un pelotón de fusilamiento. Al ser cuestionado al respecto, el expresidente reafirmó sus críticas, describiéndola como "un halcón de la guerra" y una "desgraciada".

En el bando demócrata, el presidente Biden ha estado activamente apoyando a Harris en eventos a nivel nacional. En una reunión reciente en un sindicato de Filadelfia, Biden enfatizó el papel crucial de la clase trabajadora en la construcción del país, conectando su legado con el de Harris en un intento por capitalizar el apoyo sindical. "Los sindicatos son la columna vertebral de la clase media que construyó este país," subrayó, resonando en un ambiente de aplausos entusiásticos.

Michigan y Wisconsin, parte del llamado 'muro azul', poseen una rica historia de apoyo demócrata, pero los votantes están volviendo a ser un campo de batalla. Aunque Biden logró recuperar la confianza en 2020, hoy las encuestas son apretadas, con Harris liderando a Trump por solo 1 punto porcentual, según **FiveThirtyEight**. ¿Podrá Harris afianzar su ventaja en estos cruciales estados, o volverá Trump a retomar el control? La cuenta atrás ha comenzado y el futuro de la nación está en juego.