A tan solo dos días de las elecciones en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris están en una intensa lucha por los siete estados bisagra que podrían definir el futuro del país. Esta contienda se intensifica mientras ambos candidatos realizan maratones de mítines para movilizar a sus votantes.

Trump ha arremetido contra el sistema electoral, sembrando dudas sobre la integridad de la votación, especialmente en estados clave como Pensilvania y Georgia, lo que podría llevar a una nueva crisis similar a la de 2020. Durante un evento en un territorio tradicionalista de los amish en Lancaster, Pensilvania, el republicano instó a la comunidad a acudir a las urnas, confiando en que su participación podría ser el factor decisivo en este estado crucial.

El exmandatario, que insiste en que no debió abandonar la Casa Blanca tras las elecciones de 2020, ha atacado a los medios y el sistema electoral estadounidense por supuestas irregularidades, afirmando que "el mundo se ríe de nuestro sistema electoral". Estará en la mira la legitimidad de los resultados electorales, especialmente si no se conocen la noche del martes.

Por otro lado, Kamala Harris ha hecho un llamado desde Michigan, afirmando que el futuro de la nación está en juego y que es hora de "pasar página". En un emotivo discurso en una iglesia afroamericana de Detroit, donde ya ejerce su voto por correo, subrayó que el camino por delante no será fácil, pero que hay una firme esperanza de que el país se encamine hacia la justicia.

Harris también ha prometido trabajar para terminar la conflictiva situación en Gaza y Líbano, manifestando su compromiso con la dignidad del pueblo palestino. Este enfoque pretenderá atraer a la comunidad árabe, crucial para obtener los 15 votos del Colegio Electoral de Michigan. Reconoció las dificultades que han enfrentado este año debido a la violencia en la región, lo que ha resonado con un electorado preocupado por la política exterior.

Con las encuestas cada vez más ajustadas, según FiveThirtyEight, la carrera parece polarizada en los siete estados bisagra: Pensilvania (19 votos), Carolina del Norte (16), Georgia (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6). La lucha está tan reñida que los márgenes de error son mínimos, lo que podría llevar a recuentos muy ajustados.

Así, el exmandatario cuenta con una ligera ventaja en Carolina del Norte y Georgia, mientras que Harris se lleva la delantera en Michigan y Wisconsin. Con situaciones de empate en Pensilvania y Nevada, y una ventaja de Trump de solo 2,5% en Arizona, cada voto cuenta. La tensión crece y el desenlace está a la vuelta de la esquina. ¿Quién se llevará la victoria en esta batalla por el alma de América?