La vida de Kiko Rivera ha tomado un rumbo inesperado en los últimos tiempos, y el DJ español no duda en señalar a la mujer que lo ha apoyado en su camino hacia la recuperación: su esposa, la influencer Irene Rosales. En una emotiva publicación de Instagram, Kiko compartió detalles sobre su pasado tumultuoso y cómo ha logrado superar sus demonios gracias al amor y al apoyo incondicional de la madre de sus hijas.

"Hubo una vez una persona que decidió cambiar después de enfrentar muchas dificultades. Mi infancia, aunque fue hermosa, estuvo marcada por una gran ausencia desde pequeño. La adolescencia trajo consigo una libertad que casi me consume. Con solo 18 años, comencé a tener ingresos y me dejé llevar por hábitos peligrosos que casi acaban con mi vida, además de llevarme a la ruina financiera", comenzó su relato.

Kiko no ha dudado en referirse a Irene como su "ángel de la guarda" y agradeció su presencia en su vida, declarando que ella es "la verdadera culpable de que yo hoy en día siga vivo". Desde que formalizaron su matrimonio en 2016, Kiko admite que su camino hacia la recuperación no fue inmediato. "Pasé por una etapa oscura, tocando fondo en la mala vida, y la llegada de mis dos hijas fue un gran cambio que me hizo reflexionar sobre la paternidad, aunque admito que no me sentía completamente preparado", confesó el DJ.

Mientras competía en el reality show Gran Hermano Dúo, Kiko tomó la valiente decisión de hablar abiertamente sobre sus adicciones. Aunque es un tema delicado que prefiere no detallar demasiado, sus palabras sorprendieron a Irene, quien apoyó a su marido en este proceso de apertura y sanación. Orgulloso de dejar atrás "la mala vida, el alcohol y las drogas", Kiko ha encontrado en el amor de su esposa una fuerza renovadora.

Cabe destacar que, tras sus revelaciones, el proceso de recuperación de Kiko ha inspirado a muchos de sus seguidores, quienes han expresado su admiración por su valentía y honestidad. Además, el impacto positivo que ha tenido su esposa en su vida refleja la importancia del apoyo emocional en los momentos más difíciles. El viaje de Kiko no solo es una historia de redención personal, sino también un testimonio del poder del amor en la superación de las adicciones.