La segunda corrida de la Feria de la Magdalena se convirtió en una tarde memorable gracias a la actuación del torero Juan Ortega, quien se llevó la Puerta Grande. La jornada fue una exhibición de maestría, lucha y emoción, destacándose frente a un público entregado que no escatimó en aplausos y ovaciones.

Sexto toro

El último astado de la tarde, que resultó ser un toro serio y estrecho de sienes, fue lidiado por Pablo Aguado, quien, a pesar de su embestida deslucida y a media altura, mostró su talento alcanzando una oreja tras una estocada efectiva. Aguado mantuvo la naturalidad y el temple ante un toro complicado, dejando una impresión de esfuerzo.

Quinto toro

La estrella de la tarde fue, sin duda, Juan Ortega, quien realizó un quite excepcional por delantales, demostrando una técnica impecable con una media muy ajustada. Su faena comenzó con varios doblones, creando una conexión inmediata con el público. Ortega brindó una actuación vibrante y profunda, con muletazos que quedaron grabados en la memoria de los aficionados. La intensidad de su toreo resonó en cada olé, y su estocada efectiva le valió dos orejas y una magnífica vuelta al ruedo, festejada por un público que aclamaba su maestría.

Cuarto toro

Miguel Ángel Perera se enfrentó a un cuarto toro de gran carácter, que exhibió buena embestida y clase. Comenzó su faena con cambiados por la espalda y desarrolló una serie de muletazos de poder. A pesar de no estar acertado con la espada en un tercer intento, Perera se llevó una oreja en reconocimiento a su destacada actuación.

Tercer toro

El tercer toro, de La Ventana del Puerto, se presentó menos entregado, lo que dificultó el lucimiento de Pablo Aguado. A pesar de sus intentos, el toro se mostró manso y deslucido, lo que resultó en un final desafortunado para Aguado, quien recibió pitos en vez de el aplauso que merecía.

Segundo toro

En la lidia del segundo, Juan Ortega mostró su valentía, pero el toro no ofreció clase ni entrega. Después de una faena complicada y una estocada a media altura, el torero recibió palmas, aunque la tarde no se desarrolló como él esperaba.

En resumen, la segunda corrida de la Feria de la Magdalena fue un evento que deleitó a los apasionados de la tauromaquia, con Juan Ortega como protagonista indiscutible, consolidando su lugar en la historia del toreo de Castellón. El público se fue emocionado, esperando la próxima gran actuación.