El golfista español Jon Rahm ha comenzado su andadura en el US Open con un impresionante rendimiento, firmando una tarjeta de 69 golpes. Este es el mismo comienzo que había tenido en el Abierto de Estados Unidos desde 2019, lo que muestra su consistencia en uno de los torneos más desafiantes del circuito.

El Oakmont Country Club, conocido por ser uno de los campos más difíciles, no facilitó la tarea a Rahm, quien ya sufrió las penalizaciones de su recorrido en 2016 durante su debut en un 'Grand Slam'. A pesar de las adversidades, el jugador originario de Barrika se las arregló para mantenerse en la lucha, cerrando el día con un golpe bajo el par.

La dura exigencia del famoso campo obligó a todos los participantes a mantener una concentración extrema, y Rahm no fue la excepción. Su camino no estuvo exento de obstáculos, incluyendo un 'bogey' en su segundo hoyo, el 11. Sin embargo, mostró su capacidad de reacción minimizando errores y logrando un 'birdie' en el hoyo 3, seguido de un magnífico 'eagle' en el par cinco del hoyo 4.

Aunque Rahm se enfrentó a un par de complicaciones en los greens rápidos y difíciles, logró mantener el rumbo con solo un 'bogey' en el hoyo 6. Al inicio de esta tercera cita del calendario de los majors, se encuentra tres golpes por detrás del líder, JJ Spaun.

Spaun, quien tuvo un desempeño notable con cuatro 'birdies' en sus primeros nueve hoyos, se destacó entre los competidores, dejando atrás a otras estrellas del golf como Brooks Koepka y Scottie Scheffler, quienes también enfrentaron desafíos en el campo.

El temido 'rough' y los greens indescifrables parecieron hacer estragos en muchos competidores, incluyendo al número uno del mundo, Scheffler, que terminó con 73 golpes, y a Rory McIlroy, quien, a pesar de empezar bien, sufrió un desplome con varios bogeys.

Con solo diez jugadores bajo par, la lucha por pasar el corte el viernes será complicada para muchos golfistas de élite. Otro español en competencia, Josele Ballester, tuvo un inicio difícil en su debut profesional con un +6, pero dejó destellos de su talento con varios 'birdies' destacados.

El US Open promete seguir siendo un campo de batalla feroz, donde la resistencia y la habilidad se pondrán a prueba en cada hoyo.