La ansiada aventura espacial de Jeff Bezos enfrenta nuevos obstáculos tras el accidente ocurrido en septiembre de 2022. Ahora, su compañía, Blue Origin, ha decidido posponer el tan esperado vuelo inaugural de su cohete New Glenn, que promete competir directamente con los exitosos Falcon de Elon Musk. La prueba, que debía realizarse desde el Centro de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, Florida, ha sido cancelada debido a problemas técnicos no especificados y sin una nueva fecha programada.

El equipo de Blue Origin había creado expectativas elevadas al anunciar que este lanzamiento representaría un hito después de más de una década de desarrollo. Los fanáticos esperaban con ansias la transmisión en vivo que prometía ser un evento histórico. Sin embargo, los retrasos en el cronograma se fueron acumulando a medida que el equipo trabajaba para verificar todos los sistemas del cohete. Finalmente, a las 9:10, se tomó la difícil decisión de cancelar el lanzamiento. En un comunicado en la red social X, la compañía explicó que se había renunciado a intentar el vuelo para abordar un problema en el subsistema del vehículo.

Esta cancelación deja en suspenso la misión inaugural, conocida como NG-1, la cual tenía una duración planificada de seis horas, siempre que el New Glenn, con una imponente altura de 98 metros y 7 de diámetro, lograra atravesar exitosamente las etapas de su vuelo orbital. Jarrett Jones, vicepresidente de desarrollo de Blue Origin, se había mostrado optimista en los días previos, indicando que el equipo estaba completamente preparado. Sin embargo, también reconoció que "no hay pruebas en tierra que puedan sustituir la experiencia real de volar el cohete".

El objetivo de este primer vuelo no solo era poner a prueba las capacidades del cohete, sino también lograr un aterrizaje controlado de la etapa inferior, el potente propulsor de 57 metros diseñado para hacer despegar al New Glenn. Este componente esencial se planeaba recuperar en una plataforma en el Atlántico, llamada así en homenaje a la madre de Bezos. Si se lograba esta maniobra, el New Glenn se convertiría en un lanzador parcialmente reutilizable, capaz de realizar hasta 25 lanzamientos con el mismo propulsor.

A pesar de los desafíos, la vice-presidenta de sistemas espaciales, Ariane Cornell, señaló que aunque era ambicioso esperar recuperar el propulsor en este primer intento, el foco principal era asegurar que la nave alcanzara la órbita. Comparó la potencia del New Glenn con el legendario Saturno V, que impulsó las misiones Apolo a la Luna, y reveló que uno de los planes futuros de Blue Origin es utilizar el New Glenn para misiones lunares.

La competencia entre las compañías espaciales está más viva que nunca, y el camino hacia la exploración espacial sigue siendo un terreno fértil para la innovación. La espera continúa, pero cada día que pasa, la curiosidad del público crece: ¿Cuándo finalmente despegará el New Glenn?