El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha negado cualquier presión del Gobierno para mantener el viaje del Rey Felipe VI a Jordania. Según él, es la Casa del Rey la que ha decidido mantener la visita a pesar de los crecientes conflictos en la región, incluyendo el reciente ataque de Irán a Israel con más de 100 misiles.

A medida que la situación en Oriente Medio se intensifica, con bombardeos continuos entre el Ejército israelí y la milicia chií Hezbolá en Líbano, el Gobierno español ha tomado medidas para proteger a sus ciudadanos en la región. El primer avión enviado a Líbano para evacuar a españoles ha llegado a Beirut y está preparándose para repatriar a 288 personas hacia la Base Aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid. Otro avión está en camino para cumplir con la solicitud de repatriación de un total de entre 350 y 380 españoles que residen en Líbano.

La situación en Líbano se ha vuelto crítica, con el Gobierno libanés reportando que al menos 46 personas han muerto y más de 85 resultaron heridas en los bombardeos de Israel realizados por la campaña militar en curso. Esta intensificación de la violencia ha provocado el desplazamiento de más de 1,2 millones de personas dentro del país, lo que ha llevado a la Unión Europea a incrementar su ayuda humanitaria para hacer frente a la crisis.

El ambiente internacional se ha vuelto tenso, con el Papa Francisco convocando un día de oración y ayuno por la paz en el mundo debido al aumento de conflictos. A la vez, el alto representante de la UE, Josep Borrell, ha mostrado su apoyo al secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha sido declarado persona 'non grata' por Israel después de condenar el ataque iraní.

Además, las milicias hutíes han afirmado haber lanzado misiles contra Israel desde Yemen, y las tensiones en la región siguen aumentando por la respuesta que se espera de Israel tras los recientes ataques por parte de Irán y otros grupos aliados. A medida que las advertencias sobre la posibilidad de una guerra regional total crecen, la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, instando a la contención y a la protección de civiles.

La situación sigue siendo extremadamente inestable, y el futuro del conflicto en Oriente Medio es incierto. ¿Podría este ser el principio de una guerra más amplia? La comunidad internacional está en alerta máxima.