El escándalo en el aeropuerto de Palma

Zahira Muñoz, una mujer de seis meses y medio de embarazo de alto riesgo, ha lanzado una dura denuncia contra Ryanair. Su calvario comenzó esta semana en el aeropuerto de Palma, donde fue maltratada por los empleados de la aerolínea tras exceder por solo dos centímetros el tamaño permitido de su equipaje de mano. "No tuvieron humanidad, me trataron fatal y me dejaron sola", exclama la angustiada pasajera, que sufrió un ataque de ansiedad tras el incidente.

Un embarque caótico hacia Madrid

La historia de Zahira se remonta al 15 de abril, cuando se disponía a embarcar en un vuelo hacia Madrid a las 20 horas. Al presentar su equipaje, los empleados de Ryanair le indicaron que superaba las medidas establecidas, exigiéndole pagar 70 euros. A pesar de su situación, embarazada y acompañada de su hijo de solo dos años, la aerolínea se mostró inflexible. Zahira, angustiada y sin el equipaje de cinco kilos que le corresponde a su bebé, pidió una excepción, pero le respondieron que 'cumplían órdenes'.

Desprecio e indiferencia frente a una madre en crisis

La joven enfermera relata que su angustia se intensificó cuando los empleados la ignoraron mientras su hijo se mostraba inquieto. "Pedí que me cobraran rápido porque mi hijo estaba muy nervioso, pero nadie me hacía caso", narra con tristeza. En un giro desgarrador, uno de los empleados se acercó a ella y, de forma grosera, le advirtió: 'Como te pongas chula te desfacturo y te dejo en tierra'.

Una experiencia devastadora

Zahira, visiblemente afectada, recuerda cómo ella misma se sentía débil y vulnerable, suplicando atención. "Nadie me miraba, nadie me respondía. Me ignoraban por completo", cuenta entre sollozos. Es desgarrador escuchar cómo una mujer en su estado, junto a su pequeño, fue tratada con tanta deshumanización. Esta situación no debería repetirse. ¿Qué futuro tenemos como clientes si quienes nos deben atender nos ignoran y desprecian de este modo?