Un Juicio que Conmueve a Marruecos

La activista marroquí Betty Lachgar ha sido condenada a dos años y medio de prisión, un fallo que ha desatado un torrente de críticas a nivel nacional e internacional. Su delito: lucir una camiseta con el provocador mensaje "Alá es lesbiana".

Libertad de Expresión en Juego

El equipo de defensa de Lachgar, compuesto por cinco abogados, argumentó que su cliente estaba ejerciendo su derecho fundamental a la libertad de expresión. En el tribunal, la activista afirmó que su intención nunca fue "atentar contra la religión". Más bien, ella considera que su comentario es parte de su lucha activa en el movimiento feminista internacional, que combate la "ideología machista y paternalista".

Amenazas de Muerte y Activismo

Lachgar no es una recién llegada en la escena del activismo en Marruecos. Co-fundadora del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI), se describe a sí misma como feminista y atea. Desde que hizo pública su opinión, ha recibido amenazas de muerte, lo que resalta la inmensa presión que enfrentan los defensores de los derechos humanos en el país.

Un Eco de Resistencia Feminista

La detención de Lachgar, el 10 de agosto en Casablanca, y su posterior traslado a una prisión en Rabat, han galvanizado a muchos en Marruecos y más allá. Su caso pone en primer plano los desafíos que enfrentan las voces disidentes y la lucha continua por los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTQ+ en una sociedad marcada por el conservadurismo.