Mai Lombao y José Antonio Aguilar, una pareja de 68 y 67 años, decidieron dar un giro radical a sus vidas al vender su casa en Coma-ruga para mudarse a un innovador coliving ubicado en Alfàs del Pi, entre Altea y Benidorm. Desde mayo, disfrutan de un estilo de vida que consideran mucho más gratificante y libre. "La gente piensa que es una residencia, pero en realidad se asemeja más a un resort; estamos muy felices aquí”, comentan emocionados.

El concepto de 'sénior living' se está popularizando en España como alternativa a las residencias tradicionales para mayores, y permite acceder a una vivienda por alquiler, además de contar con actividades, servicios, seguridad y atención médica las 24 horas. La mayoría de los residentes son internacionales; de hecho, en su complejo solo hay una veintena de españoles.

Mai y José Antonio residen en un apartamento de dos habitaciones, pero el complejo ofrece opciones de una, dos o tres habitaciones, todas con precios distintos y una lista de espera. “Buscábamos un espacio más pequeño y controlable, y nuestra vida ha mejorado notablemente”, explica Mai, quien destaca que en su nuevo hogar pueden recibir visitas y salir libremente, sin restricciones.

Más allá de la vivienda, cuentan con una amplia gama de servicios. Incluyen sesiones de gimnasio, actividades recreativas y la posibilidad de disfrutar de masajes, peluquería y limpieza. Los residentes también participan en espectáculos y conciertos, y aunque no hay supermercado, el restaurante del complejo ofrece opciones saludables a precios muy accesibles. "Los costos son simbólicos”, añade José Antonio.

Su cambio de vida se inició al viajar a Benidorm a través del Imserso, donde comenzaron a explorar opciones de coliving. Lo que comenzó como curiosidad se transformó en decisión casi inmediata: vendieron su casa a su hijo y se mudaron en menos de un mes. Desde la mudanza, mi vida social se ha revitalizado; la gente aquí es muy acogedora y hay una amplia variedad de actividades, lo que facilita conocer a otros residentes”, expresa Mai.

Aparte de disfrutar de su recién adquirido estilo de vida, José Antonio se encuentra absorbido en la escritura de su segunda novela, un thriller que sigue a “Gandallas”. Juntos afrontan la vida con optimismo y están decididos a aprovechar cada día. "Ahora estamos casi en la perfección para vivir a nuestro gusto. Sin embargo, siempre hay momentos de debilidad, y aquí es donde mejor cuidados estamos”, afirma José Antonio, enfatizando el apoyo mutuo que tienen como pareja.

El matrimonio, que lleva más de 40 años casados, también reflexionan sobre su trayectoria juntos, incluyendo los desafíos de haber gestionado una consultoría durante 15 años. Ambos se jubilaron a los 65, después de más de cuatro décadas de carrera como directivos.

Aunque han encontrado la felicidad en esta nueva etapa, han notado que algunas personas de su entorno no comprenden su decisión de mudarse a un coliving. Sin embargo, su enfoque permanece claro: viven la vida al máximo y animan a otros a vencer sus miedos para abrazar los cambios. "El miedo puede consumir tu alma. Si te quedas sin alma, estás perdido”, advierten.

Esta formidable experiencia de vida de Mai y José Antonio es un llamado a la aventura y a redefinir la vejez en un mundo lleno de posibilidades.