¡Increíble! Un niño de nueve años halla huevos de tiburón jamás vistos en Canarias
2024-10-24
Autor: José
El pequeño Jon, de solo nueve años, ha hecho un descubrimiento sorprendente en la playa de Melenara, en Gran Canaria: huevos de tiburón que jamás habían sido registrados en las Islas Canarias. Hijo de los oceanógrafos y divulgadores científicos Arturo Boyra y Cristina Fernández, autores de la Guía de Biodiversidad Marina de Canarias, Jon demostró que a veces los mejores exploradores son los más jóvenes.
Durante un paseo matutino en busca de ‘dragones azules’, un tipo de medusa que su madre investiga, Jon se desvió un momento hacia las rocas y, tras unos minutos de exploración, regresó entusiasmado con lo que inicialmente creyó que eran objetos de plástico. Sin embargo, su curiosidad le llevó a observar más de cerca, y pronto se dio cuenta de que había encontrado huevos de tiburón. Según su padre, Jon ya había visto estos huevos en las playas del Cantábrico, lo que le permitió identificarlos rápidamente.
Los huevos tienen el tamaño de un dedo y están anclados al fondo por un hilo en uno de sus extremos. Lo curioso es que son diferentes a otros huevos que se han encontrado en la región, no solo por su textura aterciopelada, sino también por sus características estrías. Los padres de Jon, al darse cuenta de la magnitud del hallazgo, decidieron hacer una búsqueda adicional y encontraron un total de 15 huevos, todos ellos eclosionados.
Inmediatamente contactaron al destacado científico de tiburones y peces, Alberto Brito, quien ratificó que esos huevos nunca habían sido documentados en Canarias. Brito explicó que en el archipiélago solo hay dos especies de tiburones que ponen huevos, y que cada puesta es distinta. Tras profunda investigación, se confirmó que los huevos pertenecen a la especie Apristurus laurussonii, un tiburón de profundidad que habita a entre 500 y 1.500 metros bajo la superficie, lo que hace aún más extraordinario que sus huevos hayan llegado a la orilla.
Este descubrimiento subraya la importancia de la ciencia ciudadana. Jon, al ser solo un niño, ha contribuido significativamente al conocimiento de la biodiversidad marina. Su padre, Arturo Boyra, enfatiza que los niños pueden aportar mucho si aprenden a observar. Aprender sobre la naturaleza no solo les ofrece satisfacciones, sino que también les enseña a cuidarla. Sin embargo, lo alarmante es que algunos de los huevos que Jon encontró habían sido dañados, lo que sugiere que otros individuos habían jugado con ellos sin conocer su importancia científica.
Por ello, el Gobierno de Canarias ha puesto en marcha iniciativas como RedPROMAR, un proyecto que invita a la ciudadanía a reportar observaciones de especies y descubrimientos a través de una app y un portal web. Este tipo de iniciativas promueven la educación ambiental y alientan a personas de todas las edades a involucrarse en la protección de su entorno.
Sin duda, el descubrimiento de Jon no solo ilumina la belleza de la biodiversidad en Canarias, sino que también nos recuerda la necesidad de educarnos sobre nuestra responsabilidad en la conservación de la naturaleza. ¿Quién sabe cuántos más secretos ocultan nuestras playas?