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¡Increíble: Un corredor se dio la vuelta a solo un metro de la meta!

2025-04-06

Autor: Manuel

La Vig-Bay, un evento que destaca por su colorido y vibrante ambiente, llenó la carretera entre Vigo y Bayona este domingo con la participación de alrededor de cinco mil corredores. A pesar de la tentación de quedarse en casa después de una semana de intensas lluvias, muchos decidieron aprovechar la agradable mañana soleada para demostrar su valentía en el medio maratón.

Las sonrisas iniciales que llenaban el evento se vieron transformadas en muecas de esfuerzo a medida que los corredores avanzaban, pero en la meta, los rostros se iluminaron de alivio y satisfacción. Las historias de entrega fueron numerosas: desde padres que cruzaron la línea de meta con sus hijos hasta aquellos que no pudieron contener las lágrimas de felicidad, e incluso algunos que besaron el suelo antes de caer rendidos.

Después de la carrera, corredores, entrenadores, parejas y familiares se congregaron en Bayona para celebrar sus logros. Algunos destacados valientes se aventuraron a darse el primer baño del año, aprovechando el agua fría para relajar sus músculos cansados.

En el plano femenino, la victoria fue para Carmela Cardama de Vigo, quien finalizó la carrera en un tiempo de 1 hora, 18 minutos y 10 segundos. A pesar de un final más complicado de lo esperado, la atleta expresó su alegría por el ambiente y por encontrarse con amigos durante el trayecto. Su próximo objetivo es disfrutar del atletismo sin la presión del rendimiento profesional.

Eva Piñel llegó en segunda posición, superando su propio plan de carrera tras sentir una gran motivación desde el primer kilómetro. A medida que avanzaba, una ampolla se convirtió en un pequeño obstáculo, pero logró completar la carrera en 1 hora, 19 minutos y 59 segundos, lo que le brinda confianza para futuros desafíos. Lea Breinholt Moeskjaer se posicionó en el tercer lugar.

En la prueba masculina, el joven corredor portugués Rubén Pires se llevó la victoria, completando la carrera en 1 hora, 8 minutos y 27 segundos, superando a Hugo García en un emocionante sprint final. García describió la carrera como intensa, donde desde los primeros kilómetros, las tácticas empezaron a jugar un papel crucial, pero Pires demostró estar en gran forma, dejando una marca significativa.

En contraste, algunos corredores lucharon contra sus propias limitaciones y frustraciones, como el autor de este artículo, quien a pesar de sentir que sus piernas no respondían como quería, decidió disfrutar del paisaje en lugar de rendirse del todo. Después de un momento de retiro, se unió a un amigo y experimentó la alegría de compartir el esfuerzo y la satisfacción de alcanzar una meta.

La Vig-Bay fue mucho más que una simple carrera; fue un testimonio del espíritu humano y la comunidad, donde cada medalla representó una historia única de superación y perseverancia. Para muchos, fue un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la pasión y el apoyo de aquellos alrededor hacen que cada zancada valga la pena.