Ciencia

¡Increíble! Un agujero negro 'mata de hambre' a una galaxia del tamaño de la Vía Láctea

2024-09-16

Nuestra Vía Láctea está centrada alrededor de un agujero negro supermasivo llamado Sagitario A. Investigaciones recientes han demostrado que muchas, si no todas, las galaxias elípticas y espirales poseen agujeros negros supermasivos en su núcleo. El telescopio espacial James Webb de la NASA/ESA ha confirmado que estos titanes del espacio pueden pribar de gas a sus galaxias anfitrionas, un combustible vital para la formación de nuevas estrellas, llevándolas a la extinción.

Un equipo internacional, liderado por la Universidad de Cambridge, dirigió el telescopio Webb hacia una galaxia del tamaño de la Vía Láctea, ubicada en el universo primitivo, alrededor de dos mil millones de años después del Big Bang. Aunque se encontró un agujero negro supermasivo en su centro, la galaxia estaba prácticamente muerta, ya que había dejado de formar nuevas estrellas.

El doctor Francesco D'Eugenio, del Instituto Kavli de Cosmología de Cambridge, comentó: "Con las observaciones previas sabíamos que esta galaxia estaba extinta y no formaba las estrellas que su masa sugeriría. Creíamos que había un vínculo entre el agujero negro y su estado, pero no pudimos confirmarlo hasta la llegada del Webb".

La galaxia en cuestión, GS-10578, apodada 'galaxia de Pablo' en honor al investigador que propuso el estudio, muestra una masa de aproximadamente 200 mil millones de veces la del Sol. Sorprendentemente, la mayoría de sus estrellas se formaron hace entre 12,5 y 11,5 mil millones de años.

El profesor Roberto Maiolino, también del Instituto Kavli, destacó: "En el universo primitivo, la mayoría de las galaxias estaban en plena formación estelar. Es fascinante observar una galaxia masiva y muerta de esa época". La investigación concluye que el agujero negro expulsa gas a velocidades superiores a 1,000 kilómetros por segundo, suficiente para escapar de su gravedad. Este fenómeno está impulsado por los vientos generados por el agujero negro.

La galaxia de Pablo no solo presenta vientos de gas caliente, sino que también ha revelado la presencia de un tipo de gas más frío y denso que antes no había sido observado por telescopios anteriores. Este gas, que no emite luz, bloquea parcialmente la luz de las estrellas detrás de él, lo que permite a Webb detectarlo. Como resultado, la cantidad de gas que se expulsa es mayor a la necesaria para seguir formando estrellas, implicando que el agujero negro realmente 'matará de hambre' a la galaxia.

"Hemos encontrado al verdadero culpable", afirmó D'Eugenio. "El agujero negro está condenando a la galaxia a la inactividad, cortándole el suministro de alimento para la creación de nuevas estrellas".

A pesar de la inactividad en la formación estelar, todavía persisten características intrigantes en la galaxia, como la notable emisión en el infrarrojo, sugiriendo la existencia de nubes de polvo alrededor del agujero negro. Pablo G. Pérez-González, investigador del Centro de Astrobiología en España y quien da nombre a la galaxia, mencionó que podría haber un reciente brote de formación estelar oculto tras el polvo.

Modelos anteriores habían anticipado que el fin de la formación estelar generaría caos y destrucción en las galaxias, pero las estrellas en esta galaxia siguen un orden, sugiriendo que no siempre es la norma. "Sabíamos que los agujeros negros afectan a las galaxias, pero hasta ahora no habíamos podido confirmar cómo lo hacen", concluyó Maiolino.

Observaciones futuras con ALMA se centrarán en los componentes gaseosos más fríos y oscuros de la galaxia para descubrir si todavía hay combustible oculto para la formación estelar y cómo el agujero negro está influyendo en la región circundante.