El turismo en España se mantiene en auge a inicios de 2025, reafirmándose como uno de los principales destinos internacionales para viajeros de todo el mundo. Según el informe ‘A Year in Travel’ de eDreams ODIGEO, que analizó las reservas entre el 1 de enero de 2024 y el 31 de enero de 2025, las ciudades de Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca se han ganado un lugar entre los 10 destinos más reservados globalmente.

Ranking global de los destinos más reservados: 1. Bangkok 2. Londres 3. París 4. Roma 5. Nueva York 6. Barcelona 7. Madrid 8. Ámsterdam 9. Tokio 10. Palma de Mallorca

Barcelona

Con su emblemática Sagrada Familia, su arquitectura modernista, hermosas playas y una vida nocturna vibrante, Barcelona se posiciona como un sueño hecho realidad para los turistas. Además, su rica gastronomía y diversos eventos culturales la convierten en un destino preferido. Todo esto la hace un ícono turístico que atrae a millones de visitantes cada año.

Madrid

La capital española sigue siendo un polo de atracción, gracias a su vasta oferta cultural y su ambiente cosmopolita. Desde el icónico Museo del Prado, que alberga obras maestras del arte europeo, hasta el relajante Parque del Retiro y la animada Gran Vía, Madrid ofrece un abanico de opciones que cautiva a todos sus visitantes.

Palma de Mallorca

Palma, la capital de las Islas Baleares, es ideal para aquellos que buscan un refugio tranquilo. Su impresionante costa, playas de arena blanca, aguas cristalinas y un casco antiguo lleno de historia y encanto, hacen de Palma un destino predilecto para quienes desean disfrutar de unas vacaciones relajadas o escapadas de fin de semana. Además, la isla es conocida por su clima agradable durante todo el año, lo que la convierte en un lugar ideal para visitar en cualquier temporada.

Impacto en la economía española

El lugar destacado de España en el ranking de reservas no solo subraya su atractivo como destino turístico, sino que también tiene un impacto notable en su economía. Los ingresos generados por el sector turístico benefician no solo a hoteles y restaurantes, sino que también contribuyen al empleo y al desarrollo de infraestructuras. Los turistas extranjeros, al gastar en alojamiento, transporte, gastronomía y actividades, ayudan a dinamizar la economía local y nacional, consolidando a España como un líder en el turismo mundial.