En un duelo que prometía ser electrizante, Rubén Amorim se enfrentó a Pep Guardiola por primera vez en el Derbi de Manchester, y la victoria fue crucial para el técnico portugués. Este triunfo no solo representa un gran impulso para Amorim en sus primeras semanas al mando del Manchester United, sino que se convierte en un llamado de atención para el Manchester City, que ha tenido un inicio de temporada decepcionante.

El partido empezó con el City tomando la delantera gracias a un gol de cabeza de Josko Gvardiol en la primera mitad, evidenciando nuevamente la fragilidad del United en la defensa de jugadas a balón parado. Sin embargo, el United no se rindió. En el minuto 88, tras una falta de Matheus Nunes sobre Amad Diallo, Bruno Fernandes transformó el penalti y logró igualar el marcador. Lo que siguió fue un momento de pura magia: Diallo recibió un pase largo, superó a Ederson con gran destreza y anotó el gol que selló la victoria por 1-2, desatando la euforia entre los aficionados del United.

En la rueda de prensa posterior al partido, Guardiola no ocultó su frustración. "Hoy tendríamos que haber ganado", declaró. "No se trata de un jugador o de otro: soy el jefe y asumo la responsabilidad. Tengo que encontrar soluciones, y hasta ahora no lo he logrado". Por su parte, Amorim mostró su satisfacción: "Controlamos a Haaland y a los demás atacantes. Una vez que anotamos, el equipo se llenó de confianza".

El Manchester City intentó un nuevo esquema táctico, modificando su alineación para tratar de dominar el centro del campo. A pesar de los cambios, se encontraron con varios obstáculos al intentar penetrar el sólido bloque defensivo del United. Durante la segunda parte, el City apenas realizó disparos, y eso fue una sorpresa para todos, considerando su calidad individual.

El United, bajo la dirección de Amorim, mostró un juego más fluido y dinámico, transformándose de un 5-4-1 defensivo a un 3-4-2-1 cuando atacaban. Las combinaciones en las bandas permitieron al equipo crear oportunidades, especialmente destacando la conexión entre Diallo y Fernandes.

El partido también tuvo un componente emocional, ya que el United logró borrar la sombra de sus dificultades iniciales esta temporada y salir del Etihad con una victoria que seguramente se sentirá como un punto de inflexión. Esta derrota dejó al City en una situación precaria, marcando la octava derrota en once partidos esta temporada, algo que nunca se había visto bajo la dirección de Guardiola.

La victoria del United no solo revitaliza sus posibilidades en la liga, sino que también envía un mensaje poderoso: Rubén Amorim tiene lo que se necesita para competir en la élite. Los aficionados ya sueñan con un futuro brillante para su equipo tras este emotivo triunfo en el Derbi de Manchester.