Ciencia

¡Increíble! Los recuerdos pueden estar almacenados en las células de todo el cuerpo, no solo en el cerebro

2024-11-11

Autor: Carmen

Un impactante estudio reciente publicado en la revista Nature Communications ha revolucionado el ámbito de la neurociencia. Los investigadores han encontrado evidencia que sugiere que los recuerdos no solo se almacenan en el cerebro, sino que también podrían encontrarse en otras células del cuerpo humano.

Este hallazgo podría cambiar radicalmente nuestro entendimiento de la memoria, proponiendo que la capacidad de almacenar y procesar información podría ser un fenómeno que no se limita a las neuronas, sino que podría estar presente en todas las células del organismo.

Bajo la dirección del profesor Nikolay V. Kukushkin, el equipo científico realizó un extraordinario experimento en el que replicó uno de los principios clave en la formación de la memoria, conocido como el "efecto de espaciado". Durante la investigación, se expuso a células no neuronales a pulsos espaciados de señales químicas y se observó que estas células podían "recordar" y responder de forma distinta cuando los estímulos eran aplicados de manera intermitente en lugar de continua.

Este fenómeno tiene su raíz en un principio bien documentado en neurociencia: el aprendizaje es más efectivo cuando se distribuye en intervalos, en comparación con sesiones de estudio intensivas y prolongadas. Así, las células no neuronales también mostraron respuestas más vigorosas y duraderas cuando las señales químicas eran administradas de forma espaciada. Para simular este concepto de “aprendizaje celular”, se usaron compuestos específicos—forskolina y éster de forbol—en células de tejido renal y nervioso, lo que provocó la producción de una proteína fluorescente, indicando que la célula "recordaba" el estímulo recibido.

Este cambio en el estado molecular se puede comparar con la "memoria" que las neuronas activan al detectar patrones de información en el cerebro. Además, este proceso está ligado a la activación de proteínas fundamentales para la memoria, como CREB y ERK, cuya inhibición interfiere con la capacidad de las células para reaccionar a los estímulos espaciados. Esto sugiere que la memoria no depende únicamente de circuitos neuronales complejos, sino que podría estar intrínsecamente vinculada a las dinámicas de señales químicas y proteicas que comparten diferentes tipos de células.

Las implicaciones de este descubrimiento son impresionantes. Podría abrir nuevas avenidas en medicina y biotecnología, ya que comprender cómo operan estos “recuerdos celulares” podría llevar a mejorar tratamientos y desarrollar terapias innovadoras para abordar problemas de aprendizaje y trastornos de la memoria.

Desde la Universidad de Nueva York, un investigador ha estado administrando señales químicas a células no neuronales cultivadas en laboratorio. Si realmente todas las células poseen una forma de “memoria”, el futuro podría permitirnos emplear esta característica para, por ejemplo, entrenar células de órganos vitales para que respondan de manera óptima a patrones específicos o tratamientos.

Este asombroso descubrimiento plantea preguntas fascinantes sobre la naturaleza de la memoria y la posible capacidad del cuerpo para recordar experiencias a través de toda su estructura celular. ¿Estamos ante un nuevo horizonte en la ciencia de la memoria? ¡El futuro lo dirá!