La borrasca Boris, que arrasó Europa desde el viernes 13 hasta el lunes 16, dejó una huella imborrable, especialmente en el corazón de Centroeuropa. Las intensas lluvias provocaron acumulaciones históricas, desencadenando inundaciones catastróficas en amplias regiones.

Las lluvias asociadas a esta tormenta fueron épicas, estableciendo récords que sorprendieron a meteorólogos y residentes por igual. En St. Pölten, Austria, se registró un impacto asombroso: más de 400 mm de lluvia en solo 4 días. Este fenómeno no solo se convirtió en el período más lluvioso desde que se comenzaron a registrar datos en 1947, sino que también marcó el inicio de un otoño que promete ser el más húmedo de la historia, a tan solo 20 días de que comience oficialmente la estación.

Los efectos no se hicieron esperar y provocaron estragos en Austria, República Checa y Eslovaquia, donde las inundaciones desbordaron ríos y calles, causando daños materiales devastadores y, trágicamente, la pérdida de vidas. En la localidad de Jeseník, en República Checa, la estación meteorológica reportó un sorprendente total de 463 mm de lluvia en solo 96 horas, equivalentes a la mitad de la precipitación anual promedio. Este torrencial aguacero llevó a situaciones desastrosas, dejando a miles de personas sin hogar y enfrentando serios riesgos a su vida.

Pero las consecuencias de Boris no terminaron con su partida. Tras su disolución el lunes, el sur de Europa fue dejado bajo la inestabilidad de una amplia DANA, una bolsa de aire frío que continúa generando lluvias y tormentas en la península ibérica y la península itálica. En Italia, la región de Emilia-Romaña se ha visto especialmente afectada por inundaciones repentinas que han puesto en peligro a los ciudadanos.

Este evento desafía la percepción de la climatología europea y destaca la vulnerabilidad de muchas regiones ante fenómenos extremos. Las autoridades están en alerta máxima y se están tomando medidas preventivas para mitigar el impacto de las continuas lluvias. Los expertos advierten que, con el cambio climático en pleno apogeo, episodios como el de la borrasca Boris podrían convertirse en la nueva norma en el continente.

No te pierdas las actualizaciones, ya que la situación sigue evolucionando y podría haber más sorpresas en el clima europeo.