Este otoño, a partir del 29 de septiembre hasta el 25 de noviembre, la Tierra experimentará un fenómeno fascinante: la captura temporal de un asteroide conocido como 2024 PT5, que se convertirá en una miniluna. Este objeto, de aproximadamente 10 metros de diámetro, fue descubierto recientemente el 7 de agosto desde Sudáfrica gracias al sistema de alerta ATLAS, que se especializa en detectar objetos cercanos a la Tierra (NEO) antes de que puedan impactar.

Los astrónomos de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, han verificado que la proximidad del asteroide a nuestra planeta es tal que adquirirá un valor energético geocéntrico negativo, lo que le permitirá orbitar temporalmente a la Tierra. Este fenómeno no es único; el que se convierte en miniluna no completa una revolución completa, sino que se asemeja más a un arco de trayectoria orbital.

Los hermanos De la Fuente Marcos explican que durante estos episodios, se forman dos tipos de minilunas: algunas permanecen en órbita durante años, como 2006 RH120 y 2020 CD3, mientras que otras, como 2024 PT5, solo son capturadas por un corto período de tiempo.

Este evento tiene implicaciones no solo científicas, sino también económicas. La exploración de minilunas podría abrir la puerta a la minería espacial, donde las futuras compañías de extracción podrían aprovechar los recursos minerales que encierran estos asteroides. Por ejemplo, aunque el episodio de miniluna de 2024 PT5 sea breve, los costos de combustible para acercarse al asteroide podrían ser mínimos en comparación con otros asteroides.

En cuanto al origen de 2024 PT5, los expertos afirman que lo más probable es que se trate de un objeto natural y no de basura espacial creada por el ser humano. Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, ha especulado que este asteroide podría ser un fragmento eyectado como resultado de un impacto contra la Luna.

Para verificar sus orígenes y recopilar más información, los científicos han utilizado el Gran Telescopio Canarias para estudiar su espectro de reflectancia de luz visible. Los resultados preliminares sugieren que podría tratarse de un fragmento de Luna y se esperan hallazgos definitivos en los próximos meses.

Así que, ¡mantente atento! Este fenómeno de la miniluna no solo hará que los astrónomos se emocionen, sino que también podría ser el inicio de un nuevo capítulo en la exploración espacial y la minería astronómica.