El Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria ha revelado un avance espectacular. En el transcurso de dos décadas de incansable trabajo, ha logrado reducir la tasa de mortalidad combinada de estas devastadoras enfermedades en un asombroso 61 %, lo que equivale a aproximadamente 65 millones de vidas salvadas.

Este éxito monumental se atribuye a una estrategia diversificada que ha movilizado masivamente recursos tanto públicos como privados, generando a su vez una alta demanda de productos de prevención, diagnóstico y tratamiento. Un claro ejemplo es el impresionante abaratamiento de los antirretrovirales para tratar el VIH; hace 20 años, el tratamiento anual costaba cerca de 10.000 dólares, pero hoy en día, el precio ha caído a tan solo 45 dólares. Actualmente, 25 millones de personas en todo el mundo acceden a este tratamiento vital.

El informe anual de actividades del Fondo Mundial, publicado recientemente, destaca también su colaboración con socios estratégicos para extender el acceso a herramientas innovadoras de prevención, como anillos vaginales y tratamientos inyectables de profilaxis a largo plazo. Estas medidas están diseñadas para prevenir la exposición al virus del VIH, demostrando un compromiso inquebrantable con la salud pública.

En cuanto a la tuberculosis, la asociación con fabricantes ha sido fundamental para reducir los costos de los diagnósticos y los tratamientos. Este esfuerzo ha permitido que en 2023 se ofrecieran tratamientos a 7,1 millones de personas, un avance significativo en la lucha contra esta enfermedad.

El progreso en la lucha contra la malaria también ha sido notable. Se ha garantizado un precio competitivo para un insecticida de doble ingrediente activo que se utiliza en mosquiteras. El año pasado, se distribuyeron 227 millones de mosquiteras, se realizaron pruebas en 335 millones de casos sospechosos y se llevaron a cabo tratamientos para 171 millones de infecciones, marcando un hito en la mejora del control de esta enfermedad transmitida por mosquitos.

Desde su creación en 2002, el Fondo Mundial ha desembolsado la impresionante cifra de 63.000 millones de dólares, no solo salvando vidas, sino también generando ahorros significativos para los sistemas de salud en países de bajos recursos y creando 400.000 millones de dólares en ganancias directas en productividad.

Es esencial destacar el papel crucial que desempeña el Fondo Mundial, que en 2023 constituyó el 76 % de toda la financiación internacional destinada a la tuberculosis y el 62 % en la lucha contra la malaria. Para el VIH, el Fondo contribuyó con un 28 % de los recursos, complementando así los esfuerzos del Fondo de Naciones Unidas contra el Sida.

¡La lucha continúa y el futuro es esperanzador! Sin embargo, no debemos olvidar que todavía hay mucho por hacer para que estas estadísticas impresionantes se traduzcan en un acceso equitativo a la salud para todos! ¿Qué viene a continuación en esta epopeya contra las enfermedades transmisibles?