La sorprendente solicitud de absolución

Ángeles Sánchez Conde, teniente fiscal del Tribunal Supremo, ha exigido la absolución total de su superior, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Este se encuentra bajo fuego por la presunta filtración de datos personales del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Pero eso no es todo, ¡la fiscalía también quiere que 19 testigos, incluido el empresario Alberto González Amador, comparezcan en el juicio!

¿Por qué García Ortiz no debería ser juzgado?

En su defensa, Sánchez Conde argumenta que los actos de García Ortiz no deberían ser penalizados. Según su visión, el fiscal general no tuvo participación en la divulgación de información confidencial entre otros fiscales y el abogado de Ayuso, salvándole de las acusaciones lanzadas contra él.

Un escándalo que sacude a la justicia

García Ortiz está siendo investigado por la revelación de secretos, un delito que se alega que fue cometido en marzo del 2024. Sánchez Conde alega que muchas de las informaciones ya eran conocidas antes de que el fiscal general se enterara de ellas. Este argumento busca demostrar que el fiscal actuó en el marco de sus funciones y no de manera inapropiada.

Una batalla judicial en el horizonte

El 14 de marzo de 2024, García Ortiz lideró una operación que supuestamente terminó con la filtración de información delicada sobre los delitos fiscales de la pareja de Ayuso. Los detalles de esta operación están sobre la mesa, y la teniente fiscal defiende que había un deber profesional en su actuación.

Quien declare puede cambiar el rumbo del juicio

Además de González Amador, la solicitud de la fiscalía incluye testimonios de figuras clave como el abogado de Ayuso y su jefe de Gabinete. Este conjunto de declaraciones podría decidir el destino de García Ortiz y, por ende, también la imagen de la justicia en España.

El eco de la prensa y el clamor público

La situación ha captado la atención de numerosos medios, desde EL MUNDO hasta El País, que ahora están en el centro del torbellino mediático. Con un juicio que promete ser explosivo, la próxima audiencia será seguida de cerca por toda España.