
¡Increíble! La confesión de Ronaldo Nazário sobre sus fiestas: "Tenía una bodega con 100 botellas"
2025-03-28
Autor: Carlos
Ronaldo Nazário, considerado una de las leyendas más grandes del fútbol brasileño, ha abierto su corazón en una reciente entrevista, revelando detalles sorprendentes sobre su vida y carrera. Desde sus lesiones devastadoras hasta sus épicas noches de fiesta, el exdelantero nos da una perspectiva única sobre lo que realmente significa ser un ícono del deporte.
Durante su trayectoria, Ronaldo no solo se enfrentó a retos físicos, sino que también tuvo que lidiar con momentos inesperados. Recordando una entrada brutal que sufrió durante un amistoso entre Benfica y Cruzeiro, el brasileño narró: "Mozer jugó con tacos de aluminio de 21 detrás y 19 delante. Ya en el túnel caminaba como Robocop. La entrada más criminal que he recibido fue de él". Su humor y perspectiva sobre estos incidentes muestran la resiliencia que lo caracterizó.
No obstante, una de las etapas más difíciles de su carrera fueron las lesiones de rodilla que padeció. En 1998, empezó a sentir tendinitis, pero pensó que era algo temporal. "Terminé bien el Mundial. Pero en 1999, se volvió más grave hasta que se rompió parcialmente. En el Inter, cometimos un error al coser solo parcialmente el tendón, y seis meses después se rompió por completo", confesó. Recordando el día de su lesión, Ronaldo dijo: "Al principio pensé que me habían tirado con una piedra. Lloré, pero no era por dolor, era miedo". Este momento marcó su vida y su carrera para siempre.
A pesar de su impresionante talento natural, Ronaldo enfatiza que su éxito no fue simplemente fruto del azar. "Siempre tuve claras mis características y ambición como jugador. Quería marcar goles y disfrutar del juego. La gente me dice que era un atleta formidable, pero yo entrené mucho. Nadie llega a ser tan rápido y exitoso sin esfuerzo". Esta declaración resalta la ética de trabajo que le permitió mantenerse en la cúspide del fútbol mundial.
Fuera del campo, Ronaldo se hizo famoso por su vida social y sus festividades. El jugador revela, entre risas, que asistía a fiestas fabulosas, pero destacaba su capacidad para equilibrar esto con su vida profesional. "Iba a entrenar el lunes por la mañana, a las 10, después de haber pasado el domingo en París de fiesta. Esto lo hice muchas veces", declaró con una sonrisa.
Además, Ronaldo compartió una anécdota divertida sobre su afición al vino. "Un amigo se quedó en mi casa mientras yo estaba en Brasil. Bebió todas las botellas de mi bodega, incluso una botella especial de 1976, el año de mi nacimiento, que compré en París por 10.000 euros. Se la tomaron en vasos de plástico y, como estaba caliente, le pusieron hielo". Aunque recuerda esta historia entre risas, se puede percibir una pizca de resignación por la falta de respeto hacia su apreciada colección.
Las palabras de Ronaldo demuestran que vivió el fútbol con pasión y entrega, superando obstáculos y disfrutando cada instante al máximo. Su legado no solo perdura por su calidad en el campo, sino también por su autenticidad y su capacidad de inspirar a futuras generaciones.