Juana Rivas ha dado un paso crucial en su batalla legal al presentar este jueves una solicitud ante la Corte de Apelación de Cagliari. Busca que su hijo menor, Daniel, de 10 años, permanezca en España, alegando grave riesgo para su bienestar al regresar a Italia.

El contenido del documento, al que se tuvo acceso, revela que Daniel ha manifestado sentirse amenazado por su padre, Francesco Arcuri. Según las afirmaciones del niño, su padre le obliga a mentir sobre los supuestos abusos que ha sufrido, lo que ha encendido alarmas sobre la legislación de custodia en Italia. Este sombrío panorama se agrava con un proceso penal ya abierto en Italia por maltrato habitual, físico y psicológico, apoyado por la Fiscalía italiana.

La situación se torna aún más tensa con episodios recientes de acoso por parte de Arcuri. Durante las festividades, realizó más de 40 llamadas en una semana y envió múltiples mensajes intimidatorios a Juana, quien ha activado el sistema VioGén del Ministerio del Interior español por el alto riesgo que representa la situación, que ha sido catalogada como de 'relevancia especial'.

Juana Rivas ha declarado su intención de respetar cualquier decisión judicial, aunque recuerda que en el pasado fue condenada a prisión por no entregar a sus hijos a Arcuri, a quien temía. La madre también ha enfatizado que su prioridad es proteger a Daniel hasta que se tomen medidas definitivas que garanticen su seguridad.

En un giro preocupante, el escrito presentado incluye testimonios desgarradores de Daniel. El niño ha expresado su aterrador temor hacia su padre, manifestando: 'Muchas veces pienso que voy a morir'. Este, junto a un informe de la policía española que establece un elevado riesgo, refuerza la urgencia de que el juzgado considere la permanencia del menor en España.

Esta no es la primera vez que el caso de Juana Rivas atrapa la atención pública y mediática. Desde su traslado a España en 2016, tras dejar a su ex pareja, ha luchado en los tribunales para salvar a sus hijos del entorno que consideran peligroso. A pesar de las numerosas denuncias de maltrato y la condena previa de Arcuri, la justicia italiana ha permitido que la relación entre padre e hijos continúe, lo que ha llevado a Juana a presentar una nueva solicitud de protección.

Por si fuera poco, su hijo mayor, Gabriel, de 18 años, también ha alzado la voz en defensa de su hermano menor. En un conmovedor video y carta difundidos el pasado diciembre, Gabriel ha solicitado que Daniel se quede en España, arguyendo que su padre representa una amenaza para su vida y seguridad.

El equipo legal de Juana Rivas se muestra esperanzado ante la posibilidad de una decisión favorable por parte de la Corte de Apelación de Cagliari. Su deseo es que Daniel pueda permanecer en un entorno seguro, junto a su madre y hermano, donde finalmente sienta la tranquilidad y protección que tanto necesita. Esta situación, si bien desgarradora, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia familiar y por los derechos de los menores. ¿Logrará Juana Rivas la protección que tanto anhela para su hijo? La corte tendrá la palabra.