En una impresionante operación, las autoridades españolas han incautado el mayor alijo de cocaína jamás introducido en la península mediante narcolanchas. Estas embarcaciones semirrígidas de alta velocidad son el método preferido por los traficantes de droga, y esta vez la vigilancia dio sus frutos de manera espectacular.

Apenas hace dos meses, España había registrado la incautación más grande de su historia, con trece toneladas de cocaína provenientes de Guayaquil, Ecuador, lo que subraya la creciente amenaza del narcotráfico en Europa. Esta reciente captura tiene lugar a la sombra de esa interceptación histórica, poniendo de manifiesto la lucha continua entre las fuerzas del orden y las redes criminales que operan en el tráfico de drogas.

La operación, llevada a cabo en las primeras horas del 27 de diciembre, comenzó cuando los agentes detectaron a dos narcolanchas sospechosas en la entrada del río Guadalquivir. Tras activar diversas unidades aéreas, marítimas y terrestres, realizaron un seguimiento cercano a las embarcaciones, observando cómo descargaban un gran número de fardos en una finca en Coria del Río, donde fueron recibidos por individuos armados con rifles.

Detenciones y hallazgos impactantes

Los agentes no se detuvieron ahí; durante el registro de la finca descubrieron dos escondites subterráneos dentro de contenedores marítimos, adaptados específicamente para almacenar cocaína. Este hallazgo evidencia la sofisticación y el nivel de organización de este grupo criminal.

En total, tres personas fueron detenidas y han sido encarceladas, mientras que las fuerzas del orden también confiscaron tres armas de fuego, incluido un potente fusil de asalto AK-47, y dos vehículos robados. La magnitud de esta operación es un recordatorio de que el narcotráfico sigue siendo una de las principales preocupaciones de seguridad en España.

La colaboración entre distintas fuerzas de seguridad, como el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico y el blanqueo de capitales, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Sevilla, y la Unidad Central Operativa, demuestra un enfoque coordinado en la lucha contra el crimen organizado.

Con cada operativo exitoso, las autoridades españolas envían un mensaje claro: no habrá tregua en la guerra contra las drogas, y cada incautación es una victoria en el camino hacia un futuro más seguro para todos.