En una sorprendente serie de eventos, cuatro solicitantes de asilo con pasaporte marroquí se fugaron en la madrugada de este miércoles de las salas de inadmitidos del aeropuerto de Barajas. Este incidente, que ha despertado la atención de las autoridades y los medios de comunicación, ha sido confirmado por el Ministerio del Interior.

Las primeras investigaciones de la Policía Nacional indican que los individuos lograron escapar utilizando el techo del aeródromo y alcanzando la azotea, una maniobra que ha desatado numerosos interrogantes sobre las medidas de seguridad en las instalaciones.

Este hecho ocurre en un momento crítico para muchos ciudadanos marroquíes, especialmente saharauis, que han estado atrapados en las diversas terminales de Barajas tras solicitar asilo. La mayoría de ellos llegaron en un vuelo procedente de Marrakech con destino a Cuba y decidieron solicitar protección internacional en España durante su escala.

Se ha revelado que, aunque los fugitivos tienen nacionalidad marroquí, existe incertidumbre sobre si son realmente saharauis, ya que el Ministerio del Interior ha sido criticado por no distinguir entre las distintas nacionalidades de los solicitantes de asilo, lo que complica aún más su situación.

En el contexto de las solicitudes de asilo, es importante destacar que estas personas son llevadas a salas especiales en los aeropuertos donde deben esperar la decisión de las autoridades sobre su solicitud. Este proceso puede ser acelerado en comparación con otros procedimientos nacionales, lo que significa que la respuesta debe darse en pocos días, y el resultado puede ser determinante para su futuro en España.

En particular, las solicitudes relacionadas con el estatus de apatridia suelen ser más complejas. Muchas organizaciones internacionales, incluido el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, han instado a las autoridades españolas a permitir la entrada de estos solicitantes para garantizar su seguridad y espera de resolución.

A pesar de las numerosas advertencias de organizaciones sociales y Derechos Humanos, el Ministerio del Interior, encabezado por Fernando Grande-Marlaska, ha intentado devolver a varios solicitantes saharauis sin haber resuelto sus estatus de apatridia, lo que ha provocado protestas y críticas.

Por otro lado, Amnistía Internacional ha documentado repetidas violaciones de derechos humanos en Marruecos, donde las autoridades reprenden cualquier intento de protesta por parte de la población saharaui en los territorios ocupados. Los informes indican que las manifestaciones por el referéndum de autodeterminación, prometido por la ONU en 1991, son a menudo respondidas con represión y violencia.

Este incidente en el aeropuerto de Barajas no solo pone de manifiesto los problemas en el manejo de las solicitudes de asilo, sino que también destaca la urgente necesidad de abordar la difícil situación de los saharauis en el marco de un conflicto de larga data y la búsqueda de justicia y derechos fundamentales.