
¡Increíble! Estudiantes crean un robot esférico capaz de rodar sin volcar, un sueño de la NASA hecho realidad
2025-09-03
Autor: José
El milagro de RoboBall: un proyecto lunar resucitado
En un laboratorio de Texas, dos audaces ingenieros han llevado a la realidad un concepto que la NASA dejó en el olvido: un robot con forma de bola que nunca se volcará. Su nombre: RoboBall. Este ingenioso diseño, nacido de la mente del ingeniero Robert Ambrose, tiene como objetivo explorar los cráteres de la Luna.
Un concepto visionario que se ha materializado
En 2003, Ambrose había ideado una esfera perfecta, diseñada específicamente para superar terrenos donde otros vehículos se estrellarían. Sin embargo, no logró desarrollar el proyecto hasta que en las últimas dos décadas, orientó a Rishi Jangale y Derek Pravecek durante su doctorado en la Universidad de Texas A&M.
Tecnología innovadora: el secreto de su movimiento
RoboBall no sólo es una esfera blanda hecha con el mismo material que un airbag, sino que su excepcional sistema de propulsión se basa en un péndulo que, al oscilar, impulsa a la esfera en la dirección deseada. Esta invención permite que RoboBall se mueva eficientemente sobre diferentes superficies: desde hierba y grava hasta arena y agua, alcanzando impresionantes velocidades de hasta 32 km/h. ¡Y lo mejor de todo! Nunca se volcará.
Dos toques distintos: prototipos RoboBall II y III
Actualmente, hay dos versiones en desarrollo: RoboBall II, con un diámetro de 61 cm, se utiliza en el laboratorio para pruebas y ajustes, mientras que RoboBall III, que mide un asombroso 183 cm, está diseñado para uso comercial, transportando sensores, cámaras y herramientas.
Desafíos en el camino hacia el éxito
La transición entre los dos prototipos no ha sido sencilla. La falta de literatura sobre robots esféricos de éxito ha presentado constantes desafíos. Según Pravecek, "cada fallo mecánico requiere una cirugía a corazón abierto, desarmando todo el robot para repararlo".
Un futuro brillante: del espacio a la Tierra
A pesar de las complicaciones, el desempeño de RoboBall es prometedor. Se espera que pronto sea enviado a la Luna, donde podría explorar cráteres que ningún otro vehículo podría alcanzar. Pero su potencial no se limita al espacio: también se vislumbran aplicaciones en la Tierra, como en misiones de búsqueda y rescate. Jangale imagina un futuro donde un enjambre de estas esferas se despliega tras un huracán, ayudando a mapear áreas devastadas y localizar supervivientes sin poner en riesgo vidas humanas.