¿Quién hubiera imaginado que Gaetan Poussin, el portero del Real Zaragoza, se convertiría en el héroe del encuentro? Después de una temporada llena de altibajos, en la que ha tenido sus errores y sus grandes paradas, el arquero francés dio un golpe sobre la mesa durante el partido contra el Eibar.

En el minuto 92, cuando el reloj parecía jugar en su contra y el equipo iba perdiendo 1-0 por un gol de Bautista, Poussin se alzó como un verdadero campeón y se lanzó a la ofensiva. La mayoría de los aficionados ya habían perdido la esperanza, pero el guardameta decidió ponérselo difícil a la derrota.

Con Gabi dándole la señal, Poussin se sumó al ataque en una de las últimas jugadas. Se posicionó en el área dispuesto a marcar un golazo. Y llegó ese preciso momento en el que el talentoso Toni Moya mandó un centro milimétrico. El portero, mostrando una audacia insólita para un guardameta, se elevó por encima de todos y conectó un impresionante remate de cabeza.

La pelota, cargada de emoción y determinación, se dirigió al fondo de la red, dejando sin reacción a Magunagoitia, el arquero del Eibar. ¡El Estadio estalló en júbilo! Ahora, este épico gol no solo será recordado por salvar un punto, sino que también reafirmará las esperanzas de salvación del Zaragoza en la temporada.

Sin duda, este capítulo en la historia de Poussin es uno que quedará grabado en la memoria de los aficionados. Un portero que se ha transformado en un verdadero gladiador del fútbol, demostrando que el espíritu de lucha es lo que realmente define a un gran jugador.