El FC Barcelona ha sufrido su séptima derrota en los últimos nueve partidos de la competición europea, esta vez ante el Estrella Roja, lo que lo sitúa en una preocupante undécima posición, fuera de los puestos de repesca que dan acceso a la fase por el título. Este descalabro ha puesto en jaque la continuidad del entrenador Joan Peñarroya, quien se enfrenta a una dura crítica tras no poder implementar su estilo de juego dinámico frente al enfoque físico planteado por el técnico Ioannis Sfairopoulos.

La noche comenzó con una rayo de esperanza cuando el ala-pívot Chimezie Metu, que había recibido el alta médica de su lesión ese mismo viernes, lideró al Barcelona en los primeros minutos. Con un parcial inicial de 10-0, parecía que el equipo local tomaba el control del partido. Sin embargo, esa ventaja se desvaneció rápidamente cuando el Estrella Roja se ajustó defensivamente, logrando ponerse por delante gracias a las actuaciones destacadas de jugadores como Mike Daum que, con sus triples, encendió la chispa en el equipo balcánico.

Al terminar el primer tiempo, el Barçá se marchó a los vestuarios con una desventaja de cuatro puntos (15-19), después de acumular siete pérdidas y mostrar evidentes dificultades para frenar a Filip Petrusev en la zona. Aunque durante el segundo cuarto hubo destellos de mejora, el equipo de Peñarroya continuó arrastrando problemas en los rebotes, permitiendo al Estrella Roja sumar puntos con demasiada facilidad.

La segunda parte comenzó con un golpe para el Barçá, que vio cómo el Estrella Roja inició con un 0-7, llevando el marcador a 35-41. Sin embargo, el equipo local mostró carácter y, apoyado en la figura de Metu y el experimentado Vítor Kléber, logró recuperar el control del partido, colocándose nuevamente en ventaja (44-43).

En un juego marcado por la intensidad defensiva, el encuentro se mantuvo cerrado hasta el final. A falta de pocos minutos, el Barçá enfrentaba el último cuarto con un leve liderato (59-56) gracias a dos triples cruciales de Darío Brizuela, que no obstante no fue suficiente para asegurar la victoria. En los momentos finales, el Estrella Roja se mostró más sólido y determinante, maximizando cada oportunidad para sellar una victoria que deja al Barçá en una situación crítica.

Con este resultado, el futuro del FC Barcelona en la Euroliga está en la cuerda floja, y la presión sobre la dirección del club y su cuerpo técnico alcanza niveles altos. Los aficionados esperan un cambio urgente en el rendimiento del equipo, ya que, de continuar con este desempeño, el sueño europeo podría esfumarse muy pronto.