El panorama económico en España se oscurece a medida que el Gobierno cierra el año sin tener los presupuestos para 2025. Este escenario se debe a las complicadas negociaciones para lograr el apoyo de todos los socios de investidura. Como resultado, las cuentas de 2023 se prorrogarán por segunda vez, tras el fracaso en la aprobación de los presupuestos para 2024 debido a la inestabilidad política.

El último Consejo de Ministros del año, celebrado el 23 de diciembre, aprobó un decreto ley que incluye medidas de carácter tributario y la extensión de los presupuestos de 2023. Esto ocurre a pesar de que la Constitución establece la prórroga automática de las cuentas desde el primer día del ejercicio hasta que se aprueben nuevas.

Es crucial que se regule la aplicación de la prórroga presupuestaria, especialmente para actualizar partidas importantes como las pensiones contributivas, que aumentarán un 2,8% a partir del 1 de enero. Además, se deben revisar las bases de cotización a la Seguridad Social, las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica y la implementación de fondos europeos, que son esenciales para el desarrollo regional y la reactivación económica tras la crisis provocada por la pandemia.

En este contexto, la falta de un presupuesto claro para 2025 genera incertidumbre entre los ciudadanos y las empresas, que están a la espera de conocer las prioridades del gobierno en un momento crítico de recuperación económica. ¿Cómo afectará esto a la economía nacional en el próximo año? Estaremos atentos para informarte de todos los detalles.